Más de 2.000 efectivos entre sanitarios, bomberos, socorristas, policías locales, guardias civiles, policías nacionales, policías autonómicos y Protección Civil velarán por los castellonenses y turistas este verano. Lo harán en las playas y la montaña, pero también en los cascos urbanos para garantizar la seguridad y la atención médica en los meses de julio, agosto y septiembre.

La Diputación provincial coordinará, como avanzó Mediterráneo, un dispositivo que se presentó ayer y que integran 750 efectivos humanos, 125 vehículos y cinco medios aéreos para prevenir y actuar en incendios, rescates acuáticos y otros servicios terrestres. En un verano en el que las estimaciones turísticas son excelentes --con una ocupación hotelera del 85% en julio y un agosto de récord-- la provincia está preparada para afrontar situaciones de emergencia y servicios diarios para el ciudadano. Ayer, sin ir más lejos, efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil tuvieron que auxiliar a dos varones en Xilxes que no podían salir del agua en la playa por la tarde.

En el apartado sanitario, Castellón contará con 18 nuevos consultorios en las zonas costeras para poder ofrecer una asistencia de proximidad. Entre los municipios que suman puesto se encuentran Benicàssim, Orpesa, Alcossebre, Peñíscola, y Moncofa.

Más policías locales reforzarán la vigilancia para evitar y perseguir delitos como hurtos al descuido, robos en domicilios o las peleas en zonas de ocio). De manera indefinida, ha llegado medio centenar de guardias civiles, tras completar su formación, que comenzarán a prestar sus servicios en diferentes cuarteles. Las playas concentran en estos meses una gran afluencia de bañistas y, para velar por su integridad, Cruz Roja, Saepla e Inturesport --las empresas concesionarias del servicio-- cuentan con un total de 161 socorristas, técnicos en emergencias y patrones de embarcaciones de rescate.

Unos dispositivos que se verán incrementados en los festivales FIB, Arenal Sound y Rototom en Benicàssim y Burriana.