La medianoche de ayer definió el inicio de una campaña inédita en unas elecciones autonómicas en Castellón y la Comunitat Valenciana, marcada por la doble cita con las generales el próximo 28 de abril (28-A); el gran poder que la fragmentación del panorama político concede al nutrido grupo de indecisos --cuatro de cada diez electores, según la última encuesta del CIS--, que tiene en sus manos decantar la balanza por gobiernos de izquierdas o de derechas; y la irrupción de Vox, el que será el sexto partido con representación en Les Corts.

La pelea por el voto es ya, por tanto, y será, especialmente intensa durante las próximas dos semanas, que arrancan hoy en Castelló con la presencia del presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, que ha elegido la capital para su primer mitin, como uno de los actos más destacados en este viernes.

En un contexto en el que las encuestas, en general, auguran la victoria para las izquierdas, serán de nuevo los indecisos quienes tienen la llave, ya que los márgenes son muy estrechos, si bien el CIS plantea horquillas máximas para PSPV, Compromís y Podem, que permitirían una reedición del Botànic con holgados apoyos, con Ximo Puig al frente de un partido vencedor en sufragios y en escaños. Por tanto, el castellonense repetiría como president al frente de un nuevo tripartito, ello a pesar de que Podem baja de forma sensible y Compromís se mantiene con una tendencia, según los sondeos, al descenso.

Si las urnas calcaran el sondeo del CIS, Puig, quien como el resto de socialistas temería que las buenas previsiones desmovilizaran a sus votantes, podría llegar a gobernar pactando solo con Ciudadanos o con Compromís.

Mientras, el PP desciende a mínimos históricos, tras 26 años como el partido más votado en la provincia y 28 de victorias en el conjunto de la Comunitat, con una Isabel Bonig al frente que tiene como objetivo un gobierno a la andaluza que ella presidiría, con el respaldo de Ciudadanos (Cs), y también de Vox.

En el recuento de los rasgos inéditos de esta campaña no solo se hallan cuestiones como el desconocido efecto que tendrá la doble urna para Madrid y València; la coincidencia con la Semana Santa y la Pascua; o la ausencia de la convocatoria municipal --será el 26 de mayo--; sino que es, además, la primera vez que dos castellonenses, Ximo Puig (Morella) e Isabel Bonig (la Vall d’Uixó) son los candidatos con mayores opciones de ocupar la presidencia de la Generalitat, y nunca antes un president había fijado una fecha electoral separada del resto.

En este contexto, la Comunitat recupera protagonismo como ambicionado granero de votos. Si Sánchez abre hoy campaña en Castelló, en el Palau de la Festa (19.00 horas), la cerrará en València, al igual que otros líderes estatales, como es el caso de Albert Rivera (Cs); y el popular Pablo Casado, que suma dos visitas a la Comunitat este fin de semana; y Santiago Abascal (Vox).