La basílica de la Mare de Déu del Lledó luce más esplendorosa si cabe con dos nuevas obras del pintor castellonense Amat Bellés, que fueron colocadas ayer lunes con gran esmero y cuidado. Se trata de dos lunetos situados en la parte superior del crucero del templo, que han sido dispuestos a la altura de las pechinas de debajo de la cúpula. Se encuentran a 13 metros de altura y miden 2,5 metros de largo por 2,5 metros de alto para que puedan ser percibidos por los feligreses. Aquellos que, ayer por la tarde, acudieron la basílica se encontraron con esta artística sorpresa. Y es que los visitantes pueden apreciar de frente, sentados en los bancos, los dos lunetos.

En las pinturas, como relata el propio artista, ha escenificado, por una parte, a la virgen con el Penyagolosa nevado y, por otra, a la madre de Dios con las islas Columbretes a sus pies. Sin duda, se trata de dos emblemas naturales de la provincia que forman parte del imaginario colectivo. «Está pintado, como el resto de la nave, con pintura acrílica sobre una fina plancha de poliéster».

mar y nieve // El encargo, por parte de la basílica, le llegó a Bellés hace un año, cuando le solicitaron la imagen de la virgen que querían, pero fue el propio pintor el que planteó que estos dos emblemas de la provincia acompañaran a la inscripción de virgen de las nieves y de los mares.

Estas no son las únicas obras de Amat Bellés que decoran el templo de la patrona de la capital de la Plana, ya que hace 17 años se encargó de pintar las pechinas que sostienen la cúpula y, siete años después, se le encomendó dar contenido a los cuatro tondos --medallones redondos-- que decoran la bóveda de la nave.

financiación // Los dos lunetos han sido sufragados con recursos propios de la iglesia, a través de la limosna que dejan los feligreses durante las ceremonias o en el encendido de velas. De todos modos, todavía quedan pendientes de decorar diferentes espacios. Ahora el objetivo es lograr que alguna administración o institución sufrague nuevas pinturas en la iglesia cara a la celebración del centenario de la coronación de la Mare de Déu del Lledó como patrona de Castelló.