La Fundación Síndrome de Down de Castellón pide al Pacto Territorial por el Empleo de la Cerámica que medie ante las empresas azulejeras de la provincia para que fomenten la oferta de empleo para discapacitados. La asociación ya ha transmitido esta propuesta al recientemente nombrado presidente del pacto y alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, en una visita a la sede de la agrupación.

Desde la asociación destacan la «importancia» de la implicación de las instituciones municipales para apoyar y fomentar las acciones de integración laboral de personas con discapacidad intelectual. Es por ello que la mediación del consorcio azulejero, formado por diez ayuntamientos (l’Alcora, Almassora, Betxí, Burriana, Costur, La Pobla Tornesa, Onda, Sant Joan de Moró, Vilafamés y Vila-real), es estratégica para conseguir que la diversidad funcional no suponga un obstáculo a la hora de encontrar un trabajo.

La fundación desarrolla cursos de formación y empleo cuyos usuarios «están sobradamente preparados para conseguir un empleo. Solo necesitan que las empresas ofrezcan oportunidades laborales», asegura la presidenta del colectivo, Rosa Prades.

Down Castellón lleva más de 10 años desarrollando iniciativas que favorecen la integración laboral y, actualmente, unos 35 jóvenes con síndrome de Down o discapacidad intelectual están trabajando en empresas y entidades de la provincia.

No obstante, todavía se está lejos de cumplir con la Convención Internacional sobre los Derechos de Personas con Discapacidad de la ONU (en vigor en España desde el 3 de mayo de 2008), que en su artículo 27 reconoce «el derecho de las personas con discapacidad a trabajar en igualdad de condiciones con las demás, a condiciones de trabajo justas y favorables, y en particular a igualdad de oportunidades».

Además, la Ley General de Discapacidad (antigua Ley de Integración Social de los Minusválidos -LISMI-), que obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a que reserven un 2% de sus puestos de trabajo a personas con algún tipo de discapacidad, es de escaso cumplimiento: únicamente una de cada tres empresas obedece a esta legislación.

Crisis // A la falta de concienciación de las empresa se suma el todavía reticente despegue de la economía castellonense, en el que las azulejeras tiene un papel más que relevante para la fundación. Tanto es así que, hasta 2015, la asociación contaba con un Centro Especial de Empleo (sustentando por la demanda de empresas cerámicas) que tuvo que echar el cierre por la crisis.

Cabe señalar que, de las más de 23.000 personas con síndrome de Down en edad de trabajar que hay en España, al 95 % nunca se le ha dado la oportunidad de demostrar su valía. Una realidad que limita las posibilidades del colectivo y supone una seria traba a sus aspiraciones de mejorar su autonomía.