Con la crisis catalana planeando sobre la actividad política, también en el caso del PSPV castellonense, la inquietud es patente entre cargos y militantes socialistas cuando, a casi tres meses del congreso nacional que reeligió a Ximo Puig como secretario general en julio, en el PSPV todavía no hay fechas decididas para los procesos provinciales, ni están confirmadas diversas cuestiones de procedimiento, que pueden tener una importancia clave cara a los resultados finales. Asuntos que tampoco se han resuelto esta semana en la reunión de la ejecutiva provincial del martes.

Entre ellos está definir si las primarias serán a una o dos vueltas. El eje de la negociación y, por tanto, de quienes deben tomar de decisiones que permitan convocar ya el congreso castellonense --y los de Valencia y Alicante--, está en las conversaciones entre los secretarios de Organización federal, José Luis Ábalos; y Blanqueries, José Muñoz. Si bien en los últimos días, desde diversas fuentes del partido apuntan a que la pelota estaría ahora en el tejado del número dos del PSOE.

Está sobre la mesa la idea de celebrar los tres cónclaves el 25 de noviembre, retomando la idea inicial de concentrarlos, una vez desechada la fecha del 2 de diciembre porque quedaría fuera del plazo estatutario más generoso, el marcado por los reglamentos aprobados en el último congreso federal. A partir de ahí, otra duda central es si acogerse a esta última norma, con lo que las primarias serían a dos vueltas, o a la previa, a una sola vuelta.

Cuando en Castellón se perfilan cuatro aspirantes a suceder al actual secretario provincial, Francesc Colomer --José Belloch, Ángel Badenas, Ernest Blanch y el que decidan Militantes en pie, que podría ser Josep Lluís Grau-(en Valencia Jorge Rodríguez se está pensando competir con Mercedes Caballero, Rubén Fenollar presenta hoy su opción; y en Alicante falta que Ferraz apruebe la gestora), la novedad de la doble vuelta supondría ventajas en función del precandidato.

Lo mismo ocurre con los avales necesarios para presentarse, que serán muchos o muy pocos en función de la elección técnica. Con 2.056 militantes como censo oficial en la provincia de Castellón, con el reglamento viejo, cada aspirante necesitaría la firma el 20% del total, es decir, 411, lo que podría dejar fuera a algunos minoritarios, en una elección a una vuelta. Con las reglas nuevas, el porcentaje se hunde hasta el 3%. Con 68 avales sería suficiente y las vueltas serían dos.