Muchos son los factores que cada año preocupan a los agricultores. Además de las políticas comerciales con los intermediarios y los pactos de la Unión Europea con países terceros como Sudáfrica, se une el deseo de que la meteorología sea benigna. Por si no fuera poco, las plagas ganan posiciones, tanto por su expansión como por las restricciones para su tratamiento.

Desde Fepac-Asaja, José Vicente Guinot hace especial incidencia en el caso del cotonet, un problema fitosanitario que llegó precisamente desde Sudáfrica, y que ya se encuentra extendido por toda la provincia. Hasta ahora se podía hacer un tratamiento con productos a base del clorpirifós como producto activo, pero ya está prohibido por Europa. «Hay mucha afectación en la Plana Baixa, y por el momento los métodos de lucha alternativos no tienen la misma efectividad; pienso que no costaba nada hacer una prórroga». La plaga afecta a la forma y el crecimiento de los cítricos, por lo que influye en una merma del número de kilos. Hay métodos alternativos, pero no tienen el mismo recorrido que las sustancias vetadas.