Una vez entrados en la Fase 2 de la desescalada por la crisis del coronavirus, los centros deportivos de Castellón que decidan abrir sus puertas están siendo obligados a cumplir con un cierto tipo de limitaciones. “Pero al menos, podemos abrir”, afirma Pepe, propietario de Barbell Box, que ya tenía ganas de volver a sentir el contacto con sus clientes después de las últimas semanas de clases telemáticas. Pese a que el propietario de la nave en el que se sitúa este gimnasio, en el Pológono Fadrell de Castelló, le había rebajado a la mitad el alquiler mientras tuviera que tener cerradas sus puertas, el propietario se ha quedado “en pelotas” por esta crisis. Y qué mejor forma de ilustrarlo que con un curioso desnudo que podemos ver a continuación.

Imagen de Pepe, de Barbell Box en Castelló, desnudo metafórica y físicamente tras superar la crisis del coronavirus.

Pepe ha marcado en su gimnasio la zona de seguridad con un amplio espacio de unos dos metros para cada participante de sus clases de crossfit. También ha dispuesto geles desinfectantes, así como una zona para dejar los zapatos de calle y que no entren al recinto deportivo. “La intención es la de extremar la higiene y cumplir con todas las medidas para evitar contagios”, admite el protagonista de esta historia, que este mismo martes ha abierto por vez primera las puertas de su recinto: “Los clientes no pueden usar las máquinas de musculación, ni las barras de halterofilia, anillas, pesas o balones medicinales, pero todos tenían ganas ya de volver a tener contacto con sus compañeros y conmigo”.

Imagen de los clientes en Barbell Box de este mismo martes, con la distancia de seguridad.

El propietario de Barbell Box, que ha aprovechado estos meses de parón para hacer un altillo en el recinto, admite que por ahora “solo puede entrar el 30% del aforo, mientras que en la fase tres ya podrá acceder el 50%”. No oculta Pepe que “esta situación será un jaleo, pero mejor eso que estar cerrados, porque este tiempo igual ha habido que pagar luz, autónomos… y ha sido una locura; por eso digo que nos hemos quedado en pelotas”. Sí es cierto que no ha planteado echar el cierre “porque el negocio va bien”, y se muestra optimista con lo que viene: “Saldremos adelante. Nos recuperaremos”.

El protagonista de esta historia también enseña su rostro.