El acercamiento entre Izquierda Unida y Podemos en el ámbito nacional, dispuestos ahora a negociar un acuerdo para ir juntos a las próximas elecciones generales, podría evitar la reedición del conflicto que terminó en el pacto a dos, Compromís-Podemos, y facilitaría la coalición a tres bandas con Esquerra Unida-Unitat Popular, una propuesta que las formaciones castellonenses ven con buenos ojos.

No obstante, la suma de votos no supondría, ni en Castellón, ni en la Comunitat Valenciana, sustanciales diferencias, ya que en ambos territorios, Compromís-Podemos ya se situó como las segunda fuerza en un sorpasso al PSPV, sin que su unión implicara adelantar a la primera, el PP.

Lo que sí lograría este acuerdo es llevar adelante con un menor grado de conflicto la propuesta del Bloc --principal fuerza de Compromís-- se ir a unos nuevos comicios con una plataforma de izquierdas, más allá que con un pacto a dos bandas.

La secretaria de Organización y candidata a liderar el Bloc, Àgueda Micó, ha confirmado en Castellón su apuesta por esta opción, que también es la que prefiere el vicealcalde de la capital, Enric Nomdedéu, o la diputada nacional, Marta Sorlí. Es también la opción que las bases aceptaron, aunque in extremis, en el referendo realizado antes del 20-D y que entonces no fue posible, fundamentalmente, por la oposición de Podemos y la preferencia de Mònica Oltra de imponer la voluntad de este socio y no de sus compañeros de viaje en Compromís. Sin embargo, tras el anuncio de que se han abierto las negociaciones en Madrid, la propia Oltra bendijo ayer ese pacto más amplio que antes rechazó.

Por su parte, el que fue número uno por Esquerra Unida-Unitat Popular por Castellón, Sebastián Bretones, valoró de forma positiva la suma de ambas fuerzas políticas, así como coincidió en que “ahora habría más tiempo y sería más fácil lograr una candidatura de consenso entre todas las formaciones de izquierdas”. Más información en la página 34. H