Grupos ecologistas y biólogos advierten de la crítica situación del maërl en la reserva natural de Columbretes, algas calcáreas que son el hábitat de numerosas especies y que ayudan a mantener la actual acidez del mar.

Se trata de un fenómeno de degradación que se da en numerosos fondos marinos, pero que en el Mediterráneo su incidencia es mayor, así como en reservas y ecosistemas de especial relevancia y protección, como es el caso de las islas Columbretes.

Los especialistas destacan que el impacto de las actividades pesqueras, como el arrastre de fondo y el trasmallo, suponen un daño importante que ahora tratan de evaluar. El maërl compone una colonia de algas calcáreas que rueda sobre el sustrato, empujadas por el movimiento de las aguas, por lo que también reciben el nombre de rodolitos. Su desarrollo y recuperación, según subrayan los expertos, es muy complicado y lento, de un milímetro al año. Su importancia medioambiental, tal como recuerdan, se fundamenta, además, que es “un bioingeniero, que ayuda en gran medida a mantener el equilibrio natural”.

Los ecologistas consideran que hay que extremar la vigilancia en el entorno de las reservas marinas como Columbretes para evitar daños en zonas de extrema vulnerabilidad ambiental. H