Los economistas de Castellón son los que más confianza tienen en la consolidación económica de la Comunitat Valenciana. En concreto, la nota que le dan es de 5,11, mientras sus colegas de Alicante la califican con un 5,06 y los de València todavía la suspenden, con un 4,98. De esta manera, en conjunto, los economistas de la Comunitat, por primera vez en ocho años, otorgan un aprobado a la economía valenciana.

Y, cara al futuro, tienen «previsiones de mejorar la nota», afirma el decano del Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol. «Hace un año estábamos en suspenso y tenemos el conocimiento de que las cosas van a mejorar», continúa el experto.

Es por ello que, en Castellón, son mayoría los que perciben un afianzamiento de la economía, un 57,45%, ni más ni menos que 17 puntos porcentuales más que hace medio año, cifra mucho mejores que en las provincias vecinas. Los vaticinios cara a final de año rondan en la Comunitat el 5,35, que es la nota que los economistas de Castellón prevén que darán en diciembre. Sus perspectivas crecen menos que los de sus colegas de Valencia y Alicante.

En cuanto a la economía estatal, todos le dan un aprobado mayor, con porcentajes similares y ligeramente por encima del 5,5.

Problemas

Tal es su percepción de la economía provincial, que incluso ha cambiado el orden de los principales asuntos a resolver. Mientras hasta hace medio año el paro era la principal preocupación de los economistas castellonenses, ahora este (con un 59,6%) se ve superado por el inadecuado tamaño de las empresas (63,8%) y el déficit de infraestructuras (61,7%).

Resulta curioso ver cómo el empleo ha perdido más de 15 puntos en medio año a la hora de situarlo entre los principales problemas en una provincia en la que hay más de 43.000 parados.

Otro problema, según los economistas, es la infrafinanciación que sufre la Comunitat. El 92% lo ve como un lastre importante y el 36,7% como algo que impide «totalmente» el desarrollo. Por ello, 3 de cada 4 economistas de la provincia piden un cambio «total» del modelo. En cuanto al corredor mediterráneo, solo cuatro de cada diez lo considera la infraestructura más prioritaria.