Agrupar las diversas asignaturas en ámbitos de conocimiento más amplio y dar la posibilidad de que dos profesores de materias diferentes puedan compartir docencia son algunas de las propuestas de la Conselleria de Educación para el próximo curso 2020-2021 en Primero de la ESO. El objetivo, según explica el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, es «mejorar la transición a la nueva etapa en un momento en el que hay que reforzar los aprendizajes primordiales y las competencias básicas por la suspensión de clases presenciales».

Y es que la Conselleria que dirige Vicent Marzà defiende que estas modificaciones no supondrían «en absoluto» que se necesite menos profesorado, ya que, aunque se pasaría de 12 asignaturas y otros tantos profesores a 6 ó 7, los alumnos continuarán teniendo las mismas horas lectivas, con lo que el número global de docentes que precisa cada centro no se vería afectado.

Para llevar a cabo el proceso (la Conselleria quiere dictar unas instrucciones antes del 30 de mayo) se va a encargar a los diversos centros de formación del profesorado que elaboren material didáctico y preparen planes de formación específicos. Soler aseguró que estos proyectos integrados son más adecuados para recuperar una serie de competencias básicas y para destacar las que son más imprescindibles.

Asimismo, rechaza vincular esta agrupación al alumnado con dificultades, dejándolo para los estudiantes en general y los de altas capacidades, quienes «pueden desarrollar mejor el aprendizaje de matemáticas con la física».