El panadero de Almassora Juan Rodolfo Adsuara es desde comienzos del pasado mes el nuevo presidente de la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunidad Valenciana (Covaco) de Castellón y miembro de la junta directiva de Confecomerç CV, donde se inscribe Covaco. Y tiene por delante un importante reto: revertir una tendencia de cierre de negocios que en los últimos años se ha agudizado.

--En Valencia y Alicante subió el año pasado el empleo relacionado con el pequeño comercio. En Castellón bajó. ¿Qué se está haciendo mal?

-Castellón necesita de un impulso en materia de dinamización y promoción comercial para dar solución a los problemas que tiene hoy en día el sector: competencia en venta on line y de grandes superficies, dificultad de accesibilidad y aparcamiento en los centros de las ciudades, proliferación de una venta ilegal, la despoblación... Tenemos una oportunidad, que no se aprovecha lo suficiente, de promover un turismo en auge a través de una oferta comercial diferenciada.

Debemos proteger un activo, que representa la esencia de las ciudades y de los municipios. Al igual que sin agricultura no hay frutas ni verduras, sin comercio no hay vida. Algo tendremos que hacer si no queremos convertir nuestros barrios y ciudades en entornos desabastecidos, sin seña de identidad propia.

Hemos de tener en cuenta, además, que Castellón depende en gran medida de la industria cerámica, que en estos momentos no pasa por su mejor momento, lo cual repercute directamente en el comercio. Por otra parte, tampoco favorecen los altos salarios de algunos convenios colectivos. Confecomerç CV está trabajando en este tema activamente.

--¿En qué sectores ve usted un nicho de oportunidad para los pequeños comerciantes?

-Debemos apostar por un comercio especializado, por aquel que garantiza y ofrece un asesoramiento profesionalizado, y que incluso tiene la capacidad de ofrecer una personalización y singularidad propias. Ahora mismo el sector de productos sostenibles y ecológicos y el ocio basado en experiencias están en auge.

El comercio debe estar alineado con las demandas de la sociedad y en este sentido tanto el tema de la digitalización como el aumento de la demografía del colectivo de personas mayores son una tónica general. Aquellos establecimientos que puedan dar respuesta a estas demandas tendrán una oportunidad empresarial.

La ventaja competitiva de personalización y singularidad del producto la venta on line no te la da, ni tampoco las grandes cadenas. Debemos ser capaces de trasladar al consumidor lo que representa comprar en el pequeño comercio y hacer constar que algo se está haciendo mal cuando de hacer una compra y tenerlo todo en el momento (compra física), se opta por la adquisición de un artículo del que no se dispone de forma inmediata. Además, con esa acción se está contribuyendo a un perjuicio medioambiental.

--¿Se puede luchar contra las compras por internet?

-Nosotros pensamos que debemos apostar por un comercio que compatibilice las bondades del físico con la incorporación de herramientas derivadas de la digitalización. Es decir, hay que ir hacia un concepto de omnicanalidad. Al cliente le gusta acercarse a la tienda, que le aconsejen, comprobar la calidad del producto y no esperar a que le llegue un paquete a casa.

Tenemos una cultura mediterránea y estamos acostumbrados a salir a la calle, a preguntar, a pedir consejo, por lo que creo que hay que apostar por un comercio físico que incorpore los beneficios de las nuevas tecnologías. De hecho, Confecomerç CV está impulsando desde el pasado año tutorías digitales para pequeños comercios, con el fin de ayudarles a potenciar su capacidad de visibilidad en internet y a ampliar su abanico de posibilidades, combinando on line y off line.

--¿Cómo puede ayudar la Administración a revertir la situación?

--Las administraciones deben de valerse de las organizaciones para conjuntamente establecer la hoja de ruta para buscar soluciones (ayudas a largo plazo) que impulsen un comercio de proximidad competitivo y acorde con las necesidades actuales.

Debemos estudiar en profundidad el tema de la despoblación en municipios de interior y diseñar un plan que permita que la recepción de turistas repercuta en un incentivo local, que quienes nos visiten disfruten de una oferta comercial singular, al igual que lo hacen con la gastronomía, la cultura o las tradiciones.

--¿Cómo está evolucionando el cierre de negocios en la provincia en los últimos años?

-En solo ocho años, desde el 2010 al 2018, el comercio minorista de la Comunitat ha perdido 6.113 locales. En ese periodo se han cerrado en Castellón 1.093, siendo el porcentaje de un 13,31% de pérdida. Estos datos recogen la necesidad, ahora más que nunca, de tomar cartas en el asunto y de trazar las líneas de acción que permitan promover un sector tan importante y vital.

--¿Qué solución propone para paliar los problemas de acceso al centro de Castelló que llevan años denunciando?

-Es uno de los principales obstáculos que venimos padeciendo, una auténtica sentencia de muerte para el comercio. En este sentido, debemos contar con párkings públicos en los que se faciliten descuentos y que no cobren elevadas tarifas. El consumidor debe tener facilidades a la hora de desplazarse en los entornos comerciales de la ciudad, de lo contrario hay una fuga a los centros comerciales, destruyendo así el pequeño comercio.

Las áreas comerciales de los centros históricos deben de contar no con cierres, como está sucediendo actualmente en la vía de entrada a la ciudad por el paseo Ribalta, como consecuencia de las nuevas obras del TRAM; o con la reforma de la avenida Lledó, eliminando el carril de acceso hacia María Agustina, sino que deben ser lo más accesibles y abiertos para garantizar un flujo no solo de compradores locales, sino también de turistas.

Desde Covaco estamos manteniendo contactos con las instituciones locales, a fin de poder solventar estas y otras dificultades. Necesitamos un plan de movilidad consensuado, una mayor rotación del transporte público y también más oferta de horario.

--¿Les ha hecho mucho daño el comercio chino?

No tanto como hace unos años. Sin duda compiten en tema de horarios. Como he mencionado, es necesario potenciar un tejido comercial que permita una mayor identificación con nuestro territorio y cultura. El comercio chino o la proliferación de cadenas que están presentes en todas las ciudades no ayuda a crear una oferta comercial atractiva.