El Plan General que marcará el Castellón de los próximos 20 años, el proyecto de presupuestos y el Pacte del Grau, las obras en Borrull y los frentes abiertos respecto al ruido y al CD Castellón. La alcaldesa repasa los temas de más actualidad con la mirada puesta más allá del 2019, con el objetivo de repetir como alcaldesa para seguir desarrollando «el cambio integral» de la ciudad.

--Acaban de presentar las líneas estratégicas del Plan General y prevén llevarlo al pleno de diciembre. Es uno de los pilares de su mandato. ¿Se aprobará antes de que finalice la legislatura?

--El Plan General era un desafío, por varias razones. En primer lugar, porque Castellón carecía de ordenamiento urbanístico después de que los tribunales anularan el PGOU del 2000. Había que restaurar el marco urbanístico. Por otro lado, impulsar una revisión urbanística permite rediseñar la ciudad y ajustarla a parámetros como la sostenibilidad y la calidad de vida, que son dos elementos que contribuyen a la transformación de la ciudad. El trabajo municipal ya está hecho: el Plan General saldrá a exposición al público si el pleno lo acuerda el 21 de diciembre. A partir de entonces, la ciudadanía tendrá la ocasión de presentar sus enmiendas y mejorar el excelente trabajo que se ha realizado hasta ahora.

--¿Cómo se planifica el futuro de Castellón a 20 años vista?

--El Plan General se ha hecho con humildad, pensando en nuestras hijas e hijos, porque tenemos la obligación moral de dejarles en herencia una ciudad en la que puedan ser felices. El objetivo que nos hemos marcado es modernizar Castellón, hacerla más amable, inclusiva y sostenible, con un horizonte máximo de un par de décadas. Creemos que las futuras generaciones tienen derecho a pensar y construir la ciudad en la que quieren vivir. No podemos imponerles un modelo que se quede obsoleto o constriña el desarrollo urbano.

--Tiene sobre la mesa la negociación de los presupuestos y parece que su socio del ‘Pacte del Grau’ no lo pone fácil. ¿Confía en su apoyo a las cuentas del 2018? ¿Tantean el apoyo de otros partidos como Ciudadanos o PP?

--El debate del presupuesto municipal es, junto al Debate sobre el Estado de la Ciudad, uno de los dos acontecimientos políticos más relevante del año, porque se trata del documento que determina cómo se hacen realidad los proyectos de transformación de la ciudad. Es cierto que en una situación de pluralidad política como la que vive el Ayuntamiento de Castellón resulta más complicado aprobar el presupuesto, porque hay que aunar ideologías diversas y distintos puntos de vista para alcanzar los objetivos. Pero esos objetivos son los del Pacte del Grau, en los que todos y todas coincidimos. Espero que al final prime el acuerdo y que Castellón tenga unos presupuestos para la recuperación económica y para el rescate ciudadano. Las conversaciones con Castelló en Moviment están perfeccionando el anteproyecto que había elaborado el gobierno. Ciudadanos y PP presentarán su modelo de presupuesto durante la fase de enmiendas y las estudiaremos con especial interés. Creo que en esta ciudad podemos y debemos aportar nuestro esfuerzo al bien común.

--¿Nos puede avanzar detalles del presupuesto? ¿Cuánto se destinará a inversiones? Y, ¿en qué proyectos se invertirá?

--Hay un borrador de presupuesto, que crece un poco con respecto al del 2017. Se situará en torno a los 175 millones. Constata la voluntad del gobierno de mejorar la calidad de vida ciudadana y generar dinamismo económico y empleo. Las prioridades serán las que ya se expresaron en los anteriores presupuestos: promoción del empleo, inversión en obras y servicios esenciales, y políticas sociales. El Ayuntamiento debe estar de lado de quienes necesitan que se les eche una mano.

--¿Hay partida para el edificio Borrull? ¿Y para la retirada de la cruz del parque Ribalta?

--El proyecto de Borrull estará en el presupuesto con una partida específica, que podrá ampliarse a lo largo del año en función de la finalización de la redacción del proyecto técnico. Es un proyecto relevante para el gobierno local, primero porque supone recuperar para la ciudad un patrimonio que los anteriores gobiernos local y autonómico dejaron abandonado y, también, porque se reconvertirá en un gran contenedor de las políticas sociales. El Ayuntamiento debe modernizar su gestión y dignificar la atención que se les da a las castellonenses y a los castellonenses.

Con respecto a la cruz, hay que respetar todos los procedimientos administrativos y escuchar lo que tengan que decir las instituciones competentes. Si la decisión final es de retirar ese elemento del espacio urbano, se hará y habrá consignación económica para ejecutar las obras.

--¿Cómo es la relación con CSeM tras dos años y medio desde la firma del pacto de gobierno? ¿Lo volvería a rubricar con los mismos puntos? ¿Cuáles quitaría o modificaría, y cuáles añadiría tras la experiencia que tiene ahora?

--La verdad es que el Pacte del Grau ha funcionado, está funcionando. El mejor termómetro es ver la reacción del Partido Popular, que no soporta que este gobierno está mejorando la gestión, ampliando la cobertura social, reduciendo la deuda y aumentando las inversiones. La relación con Castelló en Moviment es fluida y cordial. A pesar de que desde fuera pueda verse tensa, me gustaría decir que no lo es tanto. CSeM es el socio externo del gobierno y su misión es fiscalizar e impulsar el desarrollo del pacto de gobierno.

El Pacte del Grau era un acuerdo de gobernabilidad ambicioso y que tenía como objetivo la transformación integral de una ciudad sometida a la apatía de los gobiernos de la derecha. No es una labor que se pueda concluir en dos años y así hay que entenderlo, pero se han sembrado las bases de un proyecto más a largo plazo. Yo no quitaría nada del pacto. Al contrario, hemos incorporado líneas de trabajo.

--El suyo es un gobierno bipartito, obligado a entenderse. ¿Es difícil gobernar así? ¿Cómo son sus relaciones con Compromís?

--Los gobiernos de coalición son complejos, pero tienen el valor añadido de la diversidad y de la pluralidad. En Europa son habituales y nadie se escandaliza, pero en España aún son vistos como inestables. No creo que en este gobierno haya más cohesión ni más conflictos que los que puede haber en un gobierno monocolor. En el anterior equipo de gobierno popular había más lío que ahora, mucho más. Y por lo que respecta a Compromís, tenemos la suerte de compartir un proyecto común y estamos trabajando de formar solidaria para llevarlo adelante. Hay una buena relación personal y política entre los miembros del gobierno. Somos pocos y tenemos una gran carga de trabajo que nos obliga a concentrarnos en la gestión y no en la politiquería. Podemos discrepar y discutir de forma puntual, pero somos conscientes de que por encima de todo está Castellón. No podemos defraudar a tantas personas que en 2015 vivieron la ilusión del cambio.

--¿Cómo valora el papel de la oposición en el Ayuntamiento?

--Después de 24 años en el poder, el PP no acaba de encontrar su sitio y solo busca el lío. Es incapaz de mirar hacia atrás, porque entonces vería lo poco y mal que gestionó. En los plenos resulta vergonzoso que sus portavoces exijan lo que nunca hicieron y nunca quisieron escuchar. La oposición de Ciudadanos es diferente. En muchas ocasiones sus propuestas tienen buena intención, pero no acaban de cuajar. Es un partido nuevo y peca de inexperiencia. Su principal handicap es que en demasiadas ocasiones se deja arrastrar por el PP y desvirtúa sus propias siglas.

--¿Cómo se compatibiliza el ocio y el descanso en Castellón? ¿Eran estrictamente necesarias nuevas medidas contra el ruido en zonas como Lagasca y las plazas Muralla Liberal y Tetuán?

--La aplicación de la ley no ha de plantearse desde la perspectiva de si una decisión es o no adecuada. Las normas están para acatarlas. En este caso, lo que hay que decir, y en eso estamos de acuerdo la gran mayoría, es que el derecho al descanso está por encima del ocio y del negocio. Si todos los que se oponen a esta regulación tuvieran una zona de ocio debajo de sus casas, seguro que pensaban de forma diferente. Este gobierno cumple la ley y busca soluciones. Los anteriores miraron hacia otro lado y dejaron que el problema se agravase.

--¿Tienen novedades sobre la investigación del asalto a la azotea del Ayuntamiento? ¿Qué medidas han tomado para evitar nuevos sucesos similares?

--Las únicas novedades han sido las que ofreció la Policía Local en el informe de su investigación. No sabemos nada del informe que realizó el Cuerpo Nacional de Policía. Lo que nos ha servido esta experiencia es para acelerar el proyecto de mejora integral de la seguridad en el Palacio Municipal. Desde el inicio de este mandato fuimos conscientes de la necesidad de mejorar el sistema de control en el interior del edificio. El proyecto estaba ya en marcha antes de la acción de las BAF y ahora ya está en plena ejecución. Ahora las cámaras de videovigilancia estarán conectadas a la sala de emergencias de la Policía Local. También se han colocado cámaras en la terraza del Ayuntamiento y se ha reforzado la seguridad perimetral con vallas.

--¿Renovará el Ayuntamiento el convenio de cesión de Castalia? ¿Aceptarán los 20 años que ha pedido la nueva junta directiva?

--Lo que me gustaría decir es que el Ayuntamiento es albinegro y que hemos vivido la deriva del club con angustia. Con el relevo al frente del CD Castellón se produjo una euforia colectiva. Pero las cosas hay que hacerlas bien. Por el momento, no consta que se haya solicitado al Ayuntamiento la cesión del estadio Castalia por esos 20 años. Los directivos saben que se comprometieron a remitirnos el acuerdo al que llegaron con David Cruz. Queremos saber quién es el verdadero propietario del club. Y también se comprometieron a aportar un plan de viabilidad. De momento, ninguno de esos documentos ha llegado a nuestras manos.

--¿Cómo valora el proceso de renovación de cargos en el PSPV de la provincia? ¿Le parece que ha habido demasiados candidatos en las recientes primarias?

--Los procesos orgánicos siempre los veo desde el punto de vista de la democracia. El PSPV-PSOE ha demostrado desde hace muchos años que tiene interiorizado el sistema de primarias para la elección de sus cargos internos y de las candidaturas a las instituciones. Lo que otros lo ven como conflicto y controversia, yo lo veo como debate, diálogo y participación. Da igual si solo se presente una persona o se presentan cuatro, la oportunidad es la misma para cualquier militante.

--¿Se plantea optar a liderar la agrupación local del PSPV?

--En estos momentos, la prioridad es la alcaldía. La relación con la ejecutiva local es perfecta, hay sintonía y colaboración absolutas. No tengo afán de ningún cargo y no me postulo a nada. Nos queda un año y medio de mandato que será apasionante, porque en 2019 tenemos la obligación ética de rendir cuentas de lo que hemos hecho y me gustaría poder decir que hemos contribuido a hacer una ciudad mejor y que tengan de nuevo la oportunidad de juzgarnos en las urnas.

--Estamos a menos de año y medio de las elecciones municipales. ¿Repetirá como cabeza de lista a la alcaldía de Castellón?

--Este tiempo al frente del Ayuntamiento ha sido extraordinario. He aprendido a conocer mejor y querer más la ciudad. La experiencia es inmejorable y queda mucho por hacer. Quiero encabezar de nuevo la candidatura del PSPV para concretar tantas buenas cosas que estamos iniciando.

--¿Se ve repitiendo alianzas tras las elecciones del 2019?

--La política de hoy en día es volátil y es difícil hacer pronósticos sensatos. Tengo la esperanza de que el electorado valore lo que estamos haciendo, que es más de lo que a simple vista se percibe. Estamos cambiando la forma de relación de la ciudadanía con el Ayuntamiento, con más transparencia y rindiendo cuenta de la gestión. Somos elegidos por ciudadanos y ciudadanas para representarles en una institución y nos debemos a lo que nos pidan y exijan. La ciudadanía lo decidirá.

--¿Qué proyectos son prioritarios para este final de legislatura?

--Este final de mandato será intenso. Está claro que el Plan General es uno de los grandes objetivos. Tengo confianza en que la estación intermodal irá hacia delante, el centro de salud del Raval Universitari será una realidad y el nuevo puente sobre el río Seco. Veremos cómo avanza la rehabilitación del edificio de Borrull y cómo recuperamos el centro de Alzheimer de la Pineda. Queremos ampliar la red de vivienda municipal e impulsaremos otra tanda de inversiones sostenibles. Todo, mientras bajamos el IBI, recortamos deuda, incrementamos recursos para empleo y reforzamos las políticas sociales.