Uno de los motores económicos de Castellón se encuentra parado como consecuencia del estado de alarma. Ahora, cuando las cifras de contagios invitan a un moderado optimismo, surgen las preguntas sobre el momento de dar el reinicio a este sector.

--¿Tienen ya alguna expectativa de cuándo podrán reabrir los negocios de turismo y hostelería?

-Todos debemos asumir que este es un momento con pocas certezas. Pero pienso que en un escalón por debajo de la certeza se hallan las hipótesis de trabajo razonables y serias. Disponemos del Gobierno y la Generalitat, y esa decisión dependerá, en primer término, de Sanidad y de la evolución de esta crisis.

--¿La vuelta será igual en toda España, o las zonas con menos infectados regresarán antes?

-No nos corresponde a Turismo, sino al Gobierno de España. Y parece lógico que será en el marco de una concertación. Las medidas deben ser a nivel nacional, porque no tendrá sentido que las comunidades vayamos por libre en este momento, sino que necesitamos homologar parámetros.

--Si se pierde el verano, ¿cómo puede afectará al sector?

-En principio vamos a contemplar el horizonte desde la perspectiva actual, que sí muestra una bajada significativa en la cifra de contagios y, por tanto, una esperanza de que el sector se pueda ir recuperando al ritmo que las autoridades sanitarias nos marquen. No sabemos ni si esa apertura será total o parcial, pero hacemos las gestiones oportunas para que el turismo sea tenido en cuenta como un sector fundamental para nuestra economía.

--¿En qué trabaja Turisme CV durante el confinamiento para retomar la actividad?

-Ha mantenido la actividad para adaptarse a estas nuevas circunstancias y, sobre todo, para avanzarnos a la reapertura. Estamos en permanente contacto con el sector y mantenemos nuestra presencia como destino a través de internet y redes sociales con diversas campañas para no perder posicionamiento. A nivel económico hemos agilizado todos los pagos del 2019 para inyectar 7 millones a la liquidez de nuestras empresas turísticas; están las ayudas para autónomos, pymes y festivales adheridos a nuestra marca de 6,5 millones; hemos puesto nuestros CdT a disposición de diversas iniciativas sociales; y hemos lanzado un programa de formación on line.

--¿Los empresarios deben empezar a preparar medidas como la instalación de mamparas?

-Turisme ya trabaja con el Gobierno, el ICTE, el sector y Salud Pública para comenzar a elaborar los planes de seguridad. Pero lo mejor es estar coordinados para unificar criterios y soluciones. En una situación como la actual no servirá de mucho querer avanzar unilateralmente. Estamos participando en los debates sobre esos protocolos, y la formación para que todos los perfiles profesionales del sector reciban herramientas y reaccionar con agilidad y eficacia. Vamos al compás del guión de la autoridad sanitaria.

--¿Cuál es el impacto económico para el sector de Castellón?

-En Castellón es evidente, puesto que cuenta con un importante tejido empresarial vinculado a esta actividad. Es necesario tener en cuenta que se trata de una crisis mundial, que nos afecta a todos más o menos por igual, lo que supone que nadie tiene ventajas competitivas sobre otros destinos que podríamos considerar rivales. Cuando el mercado abra lo hará para todos, y entonces tendremos que salir a competir dando nuestra mejor versión.

--¿Los grandes festivales musicales de la provincia volverán en las fechas previstas?

-Ahora mismo nadie sabría decirnos cuáles son las fechas idóneas. De hecho muchos ya están cambiando sus fechas iniciales. En 2020 es difícil de prever ya, pero nuestro objetivo es garantizar su supervivencia y su posicionamiento para salir con fuerza cuando retomen su actividad. La mitad se hacen en Castellón.

--¿Cómo se reinventarán los negocios tras el coronavirus?

-Todo indica que durante un tiempo la vida no podrá ser igual que antes para nadie. Lo importante es garantizar la salud de los ciudadanos y tratar de combinar eso con el mantenimiento de la economía y de las dinámicas que nos permiten crear riqueza y sostener un estado de bienestar. En base a los parámetros que nos vayan indicando todos tendremos que ajustarnos a una nueva realidad, al menos de momento.

--Los primeros en volver a los destinos turísticos serán los visitantes nacionales. ¿En qué medida afectará a Castellón?

-Es el momento de poner en valor lo mejor de sí mismo como territorio fértil en experiencias de interior, de costa, de naturaleza, patrimonio histórico y cultural, o gastronomía. Tiene amplios espacios sin explotar.

--¿El aeropuerto podrá recuperar las cifras esperanzadoras marcadas al principio de este año?

-Podrá recuperar su actividad, y continuar avanzando en la ampliación de rutas prevista, en cuanto se vuelva a abrir el espacio aéreo. Las cifras de este año, a todos los niveles, dependerán del momento en que se pueda recuperar la actividad.

--¿Cuál fue su sensación al constatar que la del 2020 sería la primera Semana Santa con resultado cero para los negocios?

-Todavía no soy capaz de trasladar la sensación que me invade desde el momento en que quedaron prohibidos los desplazamientos. Es una estocada directa en la línea de flotación del sector. Toda esta situación es complicada y a veces surrealista para todos, muy difícil de asimilar. Lo importante es no dejarse llevar por el desánimo o el miedo, ni por la incertidumbre, y tratar de avanzar para salir con fuerza. No le regalamos ni un minuto al desaliento.

--¿Esta emergencia podrá generar alguna oportunidad para desestacionalizar y diversificar?

-Sí, si somos capaces de analizar el entorno, repensar nuestras estrategias y buscar el mejor posicionamiento en un mercado que sin duda va a cambiar mucho. Los mimbres los tenemos, y reivindico más que nunca el espíritu genuino de este sector, profesionales curtidos en el sacrificio, gente que trabaja. Todas las administraciones y la sociedad están en deuda. Más que nunca se necesita esperanza. Sin el turismo, este país es inviable.