El tesorero de la junta directiva del Colegio Notarial de la Comunitat, el castellonense José Vicente Malo, hace balance de la situación provincial.

--¿Por qué Castellón tarda tanto en aliviar su estoc de vivienda? No triunfa como Alicante entre turistas extranjeros...

---Evidentemente, existe un exceso de oferta respecto a la demanda en viviendas en la costa de Castellón, especialmente centrado en Orpesa y Moncofa. Hay muchas promociones ya edificadas difícilmente sostenibles económicamente y no se sabe cuándo podrán encontrar comprador. También se puede apuntar en cuanto a turismo residencial que la oferta (apartamentos) no se ha adaptado a lo que la demanda requiere (viviendas unifamiliares).

En cuanto a la referencia a la provincia hermana de Alicante, las comparaciones son odiosas: en cualquiera de los 20 primeros municipios alicantinos se producen tantas transacciones con compradores extranjeros como en toda Castellón. Pero esto ha sido así históricamente. En Castellón sí destacan los casos de Alcossebre y Peñíscola. Lo que conviene es centrarse en el potencial de Castellón provincia, precisamente por estar muy alejada de la saturación que ya se percibe en otras zonas.

--¿Puede ayudar que Castellón tenga aeropuerto y vuelos a Londres y Brístol para animar esta demanda inmobiliaria?

---El aeropuerto es fundamental, en especial, para mercados como el británico, países nórdicos, Alemania, Rusia, China, etc. Con constancia y paciencia, con campañas planificadas y sin esperar resultados a corto plazo. El brexit será un factor difícil de calibrar hoy por hoy.

--¿Qué lectura hace de las ventas relativas al 2016?

--El crecimiento de las compraventas realizadas por extranjeros en la provincia de Castellón en 2016 ronda el 19% respecto al 2015. Un aumento que puede parecer satisfactorio y que viene sosteniéndose ininterrumpidamente desde el 2010, siendo similar al de Valencia provincia y duplicando a Alicante (aunque esta parte de cantidades muy superiores. La mayor alza de demanda en Castellón viene de países como Marruecos, Argelia y Rumanía, lo que evidencia motivaciones ajenas al turismo en muchos casos. Para estimular la demanda vacacional queda mucho por hacer.