Ocurrió en Benicarló en mayo del 2019. Un enganche ilegal a la luz provocó un aparatoso incendio en un bloque de viviendas que causó heridas a una mujer y a sus tres hijos menores, y también un susto monumental al resto de los vecinos. Sucesos como este son cada vez más frecuentes en Castellón y lo son porque aumenta la cifra de usuarios que tratan de manipular los contadores de la luz o engancharse al del vecino con el fin de ahorrarse unos cuantos euros. Las compañías eléctricas lo saben y cada año afinan los controles y las inspecciones. Tanto que solo durante el año pasado descubrieron en la provincia 3.100 fraudes, a una media de ocho al día.

Los datos que maneja Iberdrola demuestran que los intentos de robo están a la orden del día. Durante el 2019, la compañía realizó en la provincia 8.000 inspecciones e identificó 3.100 fraudes, fundamentalmente enganches y manipulaciones de contadores. O dicho de otra manera: casi el 40% de los controles dio como resultado engaños en el consumo. Hace tres años, en el 2016, los mismos ascendieron a 1.962. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, Iberdrola realizó 80.000 inspecciones y se abrieron 22.500 expedientes por irregularidades.

Con los años, la metodología y las herramientas que utilizan las empresas eléctricas para detectar los fraudes se han profesionalizado y ya son capaces de descubrir hasta el 100% de los casos de engaño. «La mejora de los sistemas y la utilización de técnicas analíticas de big data están permitiendo la detección de estas situaciones de forma muy precisa y eficiente», apuntan fuentes de la compañía. De hecho, en la provincia con menos inspecciones se detectan muchas más irregularidades y se localizan de una manara más rápida. Un ejemplo. En 2016 se realizaron 12.459 controles en Castellón que sacaron a la luz 1.962 fraudes. El año pasado las inspecciones fueron 8.000 y el resultado, 3.100 engaños.

Pero, ¿quién tima a su compañía eléctrica para ahorrar en la factura de la luz? En la lista negra de las empresas eléctricas hay un hueco importante para bares, restaurantes y hoteles, pero también para la industria. «El 99% de la energía defraudada en España se origina en el área residencial de gran consumo, el sector servicios y el industrial», describen desde el sector eléctrico. Unos datos que, además, constatan que estas situaciones solo se presentan de forma puntual en viviendas habitadas por familias en situación de vulnerabilidad (el 1% de los fraudes).

¿qUIÉN PAGA EL ENGAÑO? // Las compañías recuerdan que las conexiones ilegales a la red y las manipulaciones de los contadores conllevan un elevado riesgo para la seguridad de las personas, ya que se realizan al margen de la legalidad y de la normativa técnica vigente, sin los requisitos de seguridad necesarios. Además, advierten de que el engaño en el fluido eléctrico tiene como consecuencia el encarecimiento del precio de la electricidad para todos los consumidores, ya que la energía consumida ilegalmente por los usuarios acaba siendo repercutida al sistema y ha de ser soportada entre todos.

El fraude, recogido en el Código Penal, preocupa también a las administraciones, que ven en el incremento de las pérdidas derivadas de enganches y manipulaciones de contadores, un recorte de los ingresos regulados del sistema que ponen en riesgo el equilibrio económico del sector.