Los datos son incontestables. Y, además, ponen de relieve una nueva realidad demográfica en Castellón. La emigración, iniciada a raíz del estallido de la crisis económica, se ha frenado. Un par de cifras lo ponen de manifiesto. Si en 2012 las salidas desde Castellón alcanzaron las 11.549, en el último año se redujeron a más de la mitad. Y si los cálculos de los estadistas no fallan, todo parece indicar que este año dejarán de salir de la provincia más personas de las que entran.

Que cada vez la distancia entre los que llegan a Castellón y los que se van es más corta es algo que confirma el Instituto Nacional de Estadística (INE). El año pasado 5.080 personas de la provincia hicieron las maletas, cruzaron la frontera española y se marcharon a vivir al extranjero, un 29% menos que durante el 2014. Pero es que, además, la cifra de los que se van es la más baja en ocho años y se coloca en niveles precrisis, muy cerca de los 4.697 residentes que emigraron de la provincia en el 2008.

Pero, ¿quiénes son los castellonenses que en el último año se han subido a un avión o a un autobús y han emigrado a otro país? La mayoría, siempre según el INE, son extranjeros. De los 5.080, el 80% (4.073 en números absolutos) eran inmigrantes, sobre todo, de países como Rumanía, Marruecos o Colombia.

Los residentes extranjeros que se van decrecen a la gran velocidad, pero el éxodo de jóvenes españoles sigue justo la tendencia contraria. Si durante los primeros años de la crisis, la cifra de jóvenes de Castellón que se marchaban al extranjero era minoritaria, poco a poco ha ido a más. Un ejemplo. Durante el 2014, 399 jóvenes de Castellón de entre 20 y 44 años emigraron a Francia, Inglaterra, Bélgica o Alemania en busca de una oportunidad laboral. El año pasado fueron 538.

VUELVEN A LLEGAR MÁS // El saldo total de los que se van de Castellón es cada vez menor y los que llegan vuelven a crecer. 3.818 personas residentes en el extranjero se instalaron en la provincia durante el año pasado, 336 más que en el 2015. En el 2008, el primer año de la crisis económica, llegaron casi 6.700 personas.

Cada vez llegan más personas y se van menos, y eso explica porqué el saldo migratorio (la diferencia entre inmigración y emigración) de la provincia se va normalizando. Aunque todavía ha cerrado el año con un dato negativo (-1.265), la cifra está lejos de la registrada en el 2012, uno de los años más duros de la crisis, cuando se situó en -8.330.

Con un saldo migratorio todavía en números rojos y con más muertes que nacimientos, para nadie es un secreto que Castellón siga perdiendo población. Lo hace a marchas forzadas. En el 2015 ha restado otros 2.713 habitantes y se coloca en 571.747. El récord de habitantes se alcanzó en el 2010, con 595.853. Desde esta fecha el retroceso ha sido evidente. Como también lo es el peso cada vez más alto de la población mayor de 65 años. Hoy supone el 18,5%. Hace 40 años era el 13%. H