Emilio Romero tomó posesión ayer como nuevo comisario principal de la provincia, sucediendo en el cargo a Concepción de Vega, y anunció que la lucha contra la violencia machista es «una prioridad» para la Policía Nacional. En su discurso, ante representantes políticos, judiciales y policiales, incidió en que para combatir esta lacra hacen falta «más recursos» y sentenció que «cada crimen es un fracaso».

Romero aludió, asimismo, al auge de la ciberdelincuencia y pidió trabajar en la prevención desde el ámbito educativo para reducir su incidencia. El nuevo comisario provincial abogó por una policía «en valores», «inclusiva», «con perspectiva de futuro» y «empática» con el ciudadano.

En una intervención emotiva y certera, dijo que afrontaba un día «trascendental» para su carrera profesional, «ilusionado» y con su vocación «intacta». Agradeció el apoyo de su mujer, quien no pudo contener las lágrimas, e hizo una referencia literaria a José Saramago para finalizar diciendo a los presentes: «Castellón no es mi tierra, es tierra mía».

Tanto el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio; como el jefe superior de Policía de la Comunitat, José Javier Cuasante; elogiaron a Romero y destacaron su experiencia en provincias como Madrid y Barcelona, así como también su «gran conocimiento de Castellón», donde ha sido durante varios años el segundo mando más alto, ocupando el cargo de jefe de operaciones.

Al acto de su toma de posesión no faltaron ayer la subdelegada, Soledad Ten; la alcaldesa, Amparo Marco; el alcalde de Vila-real, José Benlloch; el presidente de la Diputación, Javier Moliner; el presidente de la Audiencia, José Manuel Marco; o el fiscal jefe, José Luis Cuesta. También asistieron el subdelegado de Defensa, Javier Ferrer; y altos mandos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local.