La foto fija de la economía sumergida en Castellón revela que al menos 11.000 personas intentan subsistir con empleos sin regularizar por la Seguridad Social y, por tanto, sin poder optar a ayudas oficiales en una coyuntura complicada para muchos hogares. El volumen, sin embargo, ha bajado en el último año y es justo la mitad que hace una década. Y es que la crisis del covid-19, por sus implicaciones indirectas en la economía, ha hecho mella en algunos sectores más que en otros, con una merma de actividad que ha afectado de rebote a estos ingresos en B, para algunos, los únicos.

Se requiere menos mano de obra extra en la hostelería --donde ha caído el propio trabajo regular por las restricciones para evitar la propagación del virus-- o en el ámbito doméstico de limpieza o cuidados de niños o ancianos, por el miedo a los contagios en el hogar entre personas no convivientes.

En Castellón, en base a los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) revela que 239.600 castellonenses dicen estar trabajando, pero solo hay afiliados a la Seguridad Social 228.458. La diferencia son 11.000 --y eso teniendo en cuenta que muchos cotizantes están afectados por ERTE y que muchas altas corresponden a varios contratos y estos son a tiempo parcial--. La cuota de empleo en B rondaría, pues como mínimo, un 4,5%.

Dos puntos menos que hace un año (6,5%, con 15.544 trabajando sin alta) y justo la mitad que hace una década (el 10%, con 23.197 empleos sin cotizar, resultado de la mafia, la picaresca o la necesidad por falta de alternativas).

UN 27% DEL PIB PROVINCIAL

Para los expertos está claro que las cifras suelen ser mayores y consideran que en los próximos meses, si no remonta la situación y el paro aumenta, la economía sumergida puede ir a más. Pero es una incógnita. Así lo apunta el presidente del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, quien recordó que «el último estudio de economía sumergida por provincias seguramente seguirá vigente. Para Castellón supone casi el 27% de su Producto Interior Bruto (PIB), por encima de la media de la Comunitat y la estatal, del 24,6%». Cruzado recordó que en su momento «con el boom de la construcción, este sector fue motor de la economía sumergida hasta que pinchó la burbuja inmobiliaria. Y surgió empleo en B más relacionado con el sector servicios, en turismo y hostelería, muy relacionado con el efectivo».

Para Cruzado, «la pandemia, obviamente, ha sido un revulsivo. Los meses de confinamiento, eso sí, la economía sumergida descendió, igual que la economía formal. Con menos actividad, la economía de subsistencia también se paralizó, por ejemplo: recogida de chatarra, papeles, servicio doméstico, etc.» Para contrarrestarla, apuntó, «se han activado los ERTE, ayudas a autónomos o de ingreso mínimo vital». ¿Irá a más la economía sumergida? «Pues dependerá de la situación al final de esta crisis del covid, si el paro va a más, seguro que sí. Hostelería y turismo están destruyendo empleo en esta segunda ola, con lo cual también habrá disminuido el empleo en b. En la agricultura, que ha seguido funcionando y se suelen dar casos de fraude laboral, se habrá mantenido el nivel habitual», indicó.

Desde el sindicato UGT en Castellón, su responsable provincial, Francisco Sacacia, opinó que «la inmensa mayoría de personas que trabajan en la economía sumergida no es por voluntad propia. O es eso o no tienes nada. Es la gente más perjudicada, que ya tenía bajos ingresos y ahora se ha visto golpeada por esta nueva crisis, al bajar la actividad en asistencia a gente mayor (por ejemplo, con las medidas sobre convivientes), o en la hostelería, con muchos afectados por ERTE con pequeños ingresos». ¿Y el futuro? «No sé si repuntará la economía sumergida, pero en periodos de crisis, aflora», concluyó.

BAJOS INGRESOS

Desde CCOO Castellón, su líder Albert Fernández valoró que «la economía irregular en Castellón supone un 30%. Y no solo de trabajo en negro, también de contratos precarios a tiempo parcial que encubren más horas extra sin declarar». «Puede que vaya a más. Suben los afectados por ERTE con pocos ingresos aunque se la juegan si trabajan en B; y muchos fijos discontinuos del turismo no se han podido incluir en ERTE y estarían ya sin prestaciones. Igual que el ocio nocturno, que no existe», dijo. Otros sectores donde emerge son limpieza del hogar, cuidado de mayores o con problemas de movilidad, venta de fruta o productos de segunda mano, clases, oficios o diseño web.