El empleo ha mejorado en Castellón más que en España en los últimos meses, pese al contexto general de desaceleración de la economía. Se trata de una tendencia que se ha confirmado, como informó Mediterráneo, en el mes de noviembre, cuando el número de inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) bajó en 676 personas, un 1,73%, lo que deja el número total de desempleados en 38.499. Unas cifras que contrastan con las que marcan la media nacional, de un 0,65% de incremento de parados, tras sumar otros 20.525.

Sin embargo, las noticias están muy lejos de ser positivas si se atiende a la marcha de la mujer castellonense en el mercado laboral, ya que seis de cada diez desempleados son todavía féminas, pese a que el colectivo presenta una mejor evolución que los varones en este territorio.

La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de este año --última emitida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta ahora-- engloba en la categoría de paradas a 19.800 castellonenses, 4.400 menos que las 24.200 registradas un año antes, lo que representa una caída de este negativo indicador del 18%, frente al descenso del 11,6% que muestran los hombres que buscan empleo que, sin embargo, son muchos menos: 13.700.

La peor situación

El resumen es que, mientras que en España el 53% de quienes están sin trabajo son mujeres, en una proporción casi equilibrada, en la provincia de Castellón las féminas acaparan el 61% de la cifra total.

En general, la mejor evolución del empleo en este territorio en contraposición a lo que ocurre en el ámbito nacional responde al hecho de que la destrucción de empleo fue más intensa durante lo peor de la crisis aquí, de modo que los crecimientos se perciben ahora con más intensidad en términos relativos.

En el caso concreto del colectivo femenino, la dura recesión que arrancó en el 2008 destruyó primero más puestos ocupados por hombres, para pasar a reducir después con más intensidad los empleos ocupados mayoritariamente por mujeres, en sectores como los servicios. Féminas que, además, se quedaron en mayor medida en casa en los hogares en los que solo había opción a un empleo.

El responsable de Empleo de Comisiones Obreras (CCOO) en Castellón, Albert Fernández, explicó los datos con una batería de razones.

Cultura

Por un lado, indicó en este sentido que, «si hay que elegir quien trabaja, por cultura y uso social es la mujer la que se queda en casa a cuidar de los hijos e hijas y de los mayores, de manera que sale al mercado laboral después, cuando la situación ha mejorado y hay estabilidad, lo que explica que ahora sean más las que buscan empleo que antes».

Por otra parte, el representante sindical apuntó que el contraste con la evolución promedio en España tiene que ver con las condiciones del mercado en Castellón. Detalló que «en la provincia, el empleo se centra en la cerámica, dentro de la industria, un sector masculinizado; mientras que el más feminizado es el del comercio, la hostelería y el manipulado de cítricos, que sufren más oscilaciones», padecieron la crisis con mucha intensidad y ahora recuperan ritmo, pero no lo suficiente para equilibrar la situación de las mujeres.

Albert Fernández sentencia que «hace falta un cambio de modelo productivo en Castellón, pero también social», razón por la que, añade, los sindicatos inciden «continuamente» en la «necesidad de implantar políticas de igualdad que tengan una traducción práctica y real en el mercado laboral». Recuerda, además, que «el empleo a tiempo parcial también afecta más a las mujeres, cuyo poder adquisitivo sigue siendo más reducido».