Las lluvias que cayeron en Vila-real (los diferentes registros oficiales daban acumulados de entre 130 y 170 l/m2 hasta las 7.00 horas de ayer) motivaron que sobre las 6.00 de la madrugada la Policía Local y los bomberos tuvieran que acudir en ayuda de un grupo de trabajadores de la empresa CerMer, que está ubicada en el camino viejo Castelló-Onda, ya que la zona estaba anegada.

Desde Policía Local, el comisario principal jefe, José Ramón Nieto, indicó que las precipitaciones caídas motivaron el corte, desde el martes por la tarde, del paso subterráneo hacia Burriana y afectaron a la circulación en la rotonda de la avenida Francia con el Cedre, aunque el paso quedó restablecido en pocas horas y también en el camí de la Travessa, en la entrada norte.

Y aunque no fue necesaria la presencia de efectivos, vecinos de cuatro casas cercanas al desnivel de Furs de València tuvieron que achicar agua de los sótanos de sus viviendas, mediante una bomba que drena la zona del jardín de las viviendas, a las cinco de la madrugada. Así lo aseguró V. R., una residente que explicó que, tras sufrir serias inundaciones hace años y necesitar de la intervención de los bomberos, decidieron instalar una alarma que suena cuando el nivel de agua alcanza cierta altura para evitar desperfectos graves. Es entonces cuando los afectados acuden a las partes inferiores de sus casas para activar el mecanismo.

ZONA RURAL / En el resto del término municipal, apuntó Nieto, los caminos de la zona oeste, la más cercana a Onda, como el barranco de Ràtils, fueron los más perjudicados. Según los datos de Aemet, en la Comunitat Valenciana se recogieron 133,2 litros por m2, mientras que la estación de la Comunitat de Regants, en la partida Solades, registró 182,4 a episodio completo.