Una empresa de Castelló ha patentado el primer aditivo para envases alimentarios que puede eliminar la listeria, la enfermedad que este verano protagonizó un brote que infectó a más de 300 personas. La firma se llama Encapsulae y tiene su sede en el edificio CIES (Centro de Innovación, Energía y Sostenibilidad) del parque tecnológico del Ayuntamiento de Castelló.

Javier Menéndez, ingeniero industrial especialista en materiales y CEO de la start up, explica: «Estábamos trabajando en producir envases que alargasen la vida útil de los alimentos, pero al surgir la crisis de la listeria decidimos probar cómo funcionaria contra este tipo de bacterias». «Hace un par de semanas nos llegaron los resultados y vimos que nuestro aditivo era capaz de matar el 99,9% de las bacterias», añade. «Hemos probado con la listeria monocitogenes, que es la que provocó el brote con la carne mechada en Andalucía y es muy efectiva; funciona muy bien contra ella», continúa. Además han probado su eficacia contra la Escherichia Colli y campylobacter coli, el patógeno del pollo.

LISTERIA // Se da la circunstancia de que la listeria no estropea o altera el sabor de la carne. Sin embargo, puede infectar al organismo de la persona, que puede enfermar e incluso morir. «Son bacterias escondidas o invisibles», señala Javier Menéndez.

¿Cómo funciona el producto? Si el envase (una funda) está en contacto con el alimento va a inhibir el crecimiento bacteriano. «Hasta ahora hemos conseguido un desarrollo in vitro. Ahora estamos empezando a trabajar con las empresas de envases para que empiecen a hacer pruebas con alimentos reales, ya con diferentes sectores. Nos han contactado firmas de carne, loncheados, como jamón; y de ahumados, porque son las que sufren más con el problema de la listeria», añade. Este avance supone «poner una seguridad más para que la bacteria no se desarrolle o le cueste, con lo que la población sea lo mínimo posible o cero», resume.

APOYO DEL CSIC // La firma nació en 2018 y colabora con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el desarrollo de materiales avanzados para envases activos. Sus líneas de negocio son la seguridad alimentaria; extensión de vida útil de alimentos para que duren más tiempo y así evitar su desperdicio y conseguir que los plásticos se biodegraden en el menor tiempo posible, es decir, que una vez usado y se tira en 90 días desaparezca. A final de año llegarán a ser seis integrantes en la compañía. Además, cuentan con la colaboración de investigadores del CSIC.

LA LISTERIA

Más de 330 infectados, tres muertes y siete abortos. Es el trágico balance de la crisis causada este verano por el brote de la carne mechada comercializada desde Andalucía.

Para hacerse una idea del alcance de dicho caso hay que tener en cuenta que, por ejemplo, durante el año 2017, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria registró 2.480 casos de listeriosis en la UE, con 227 muertes, y ese año en España los casos confirmados ascendieron a 284.

Las listerias son bacterias muy resistentes a diversas condiciones, como la acidez y las bajas temperaturas, e incluso tiene capacidad de crecimiento a temperaturas de refrigeración entre 2°C y 4°C, según el CSIC. Esa resistencia hace que esté ampliamente distribuida en el medio agrario, en los suelos, plantas, materia fecal, aguas residuales y en el agua.

La principal vía de transmisión humana es el consumo de alimentos contaminados, como productos cárnicos, salchichas cocidas o patés, pescados ahumados, lácteos elaborados con leche cruda y ensaladas preparadas. Causa fiebre, vómitos, diarrea, rigidez, confusión o debilidad.

Muchos alimentos listos para el consumo incluyen en su proceso de producción una fase que elimina la listeria, como la cocción o el horneado, pero se puede contaminar en el envasado final o en la manipulación durante la comercialización, como por ejemplo en un loncheado.