La empresa Cuatroochenta, ubicada en el Parque Científico y Tecnológico de la Universitat Jaume I (Espaitec) de Castellón, ha impulsado junto a Blast Off Partners una pulsera inteligente vinculada a una aplicación móvil capaz de detectar arritmias en tiempo real para la prevención del ictus.

El dispositivo ha sido ideado y desarrollado al 100 % en la Comunidad Valenciana para que las personas con riesgos puedan controlar su corazón, han informado desde la UJI.

Tras dos años de trabajo, Rithmi, como se llama la pulsera, ha superado con éxito las primeras pruebas con pacientes en un hospital privado de Valencia y ahora el Hospital La Fe de Valencia ha aceptado realizar las pruebas de detección de fibrilación auricular con Rithmi en pacientes para comprobar el correcto funcionamiento de la pulsera.

En paralelo, la aceleradora de empresas emergentes Lanzadera la ha seleccionado "para darle el impulso definitivo", han indicado las mismas fuentes.

El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres; la detección de la fibrilación auricular, el tipo de arritmia cardíaca más frecuente, se ha revelado como clave para su prevención, cada vez más basada en el autocontrol de cada paciente.

Actualmente, el diagnóstico se puede realizar mediante ECG y Holter de electrocardiografía (Holter ECG), que consiste en la monitorización ambulatoria con un aparato incómodo, con cables y sensores a la piel, que requiere de 24 horas.

Rithmi plantea revolucionar la forma de diagnosticar estas arritmias mediante un método cómodo y sencillo, que haga accesible ese autocontrol para las personas que padecen arritmias, para deportistas o población general, a través de un portable tan común como una pulsera inteligente y una app en el móvil.

Se puede utilizar en cualquier momento y lugar, de forma permanente, han indicado las fuentes.

Rithmi basa su tecnología en un sistema de registro con fotopletismografía (PPG), un sensor que mide la intensidad de luz reflejada por la superficie de la piel y de los hematíes que permite determinar el volumen de sangre en cada momento.

Esos datos recogidos por la pulsera inteligente generan una onda de pulsos del corazón con la que se puede determinar cuándo se produce cada latido.

Finalmente, los datos monitorizados por la pulsera son trasladados a una aplicación móvil y web para su seguimiento con un sistema de alertas.

Junto al emprendedor Óscar Lozano, en el equipo impulsor del proyecto se encuentra José Vicente Lozano, médico especialista en medicina familiar y comunitaria, y Joaquín Oscá, cardiólogo e investigador de relieve internacional.

Además, tres centros de investigación están dándole cobertura: el Instituto de Biomecánica de València en el desarrollo y validación del algoritmo; el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe con los tests del dispositivo en entorno real y el Departamento de Ingeniería y Ciencia de los Computadores de la Universitat Jaume I en el I+D+I del hardware.