Mantener la actividad con la mayor normalidad posible. Al menos, hasta que dejen de llegar los pedidos. Y siempre con la aplicación de unos protocolos de prevención laboral tan excepcionales como la situación que vive nuestro país. Este es el sentimiento mayoritario del sector empresarial de Castellón. De lo contrario, la recuperación tardará más.

Así lo entiende el director gerente de la Cámara de Comercio de Castellón, Javier Valls. Para él, «se debe intentar preservar la actividad, con el máximo de seguridad, que es algo prioritario». Aumentar la paralización que ya tiene la provincia «tendría efectos muy negativos, cuando estamos en una situación complicada».

Una postura semejante tiene el decano del Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol: «No soy partidario de un cierre total, siempre que se asegure la no propagación. Las consecuencias de ello durante tres meses podría suponer un impacto de 3.750 millones, un 25 % del PIB».

CERÁMICA / Por parte de las organizaciones patronales, la asociación que agrupa a los empresarios de la cerámica, Ascer, su secretario general, Alberto Echevarría, habló de la «responsabilidad del sector para garantizar la seguridad de los trabajadores, pero también su futuro y el de la región. Detener la actividad productiva, sin mecanismos suficientes para su reactivación, puede ser un shock. La entidad defiende que, en el caso de que aprobarse mayores restricciones para trabajar en las próximas jornadas, al menos se permita «mantener el trabajo de los almacenes y las expediciones de mercancías para evitar una necesidad mayor de liquidez».

La Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc), indica que en este segmento «estamos tomando todas las medidas de precaución necesarias y de momento vamos a continuar trabajando, a menos que haya una obligación de suspensión». Añaden que para estas compañías, es «importante seguir siendo productivos, mantener el empleo y seguir generando riqueza, y de momento en el sector no se ha presentado ningún ERTE. Lógicamente, habrá que analizar las medidas que el gobierno vaya implementando estos días para ver qué impacto pueden tener», y esperan que la voluntad de seguir adelante sea tenida en cuenta por las administraciones».

Juan Vicente Bono es el presidente de Asebec, la asociación nacional de fabricantes de maquinaria y bienes de equipo para la industria cerámica, y destaca que mientras haya actividad en las industrias «debemos prestar asistencia», aunque reconoce que hay integrantes que se plantean la posibilidad de hacer un parón total. «Hay gente que tiene miedo al contagio, y creemos que las instituciones públicas tienen que asegurar que haya los suficientes medios de protección». Para Bono, la decisión final «le corresponde al Gobierno».

Otro segmento en el que hay disparidad de versiones es el de la construcción. El presidente de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón, Fernando Alfonso, menciona que entre «promotores y gente dedicada a la obra privada no quieren parar, porque tienen una serie de obligaciones, compromisos y cargas». En cambio, reconoce que entre los contratistas de obra pública los hay que preferirían un paréntesis.

ORGANIZACIONES / El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro, consideró que las medidas adoptadas por el Gobierno «son proporcionadas, y defendemos que no se pare más la actividad, siempre salvaguardando la garantía y seguridad de los trabajadores». Añade que parar más sectores acabaría perjudicando a empresas esenciales básicas.

Por parte de la Asociación Valenciana de Empresarios, en estos momentos «no se puede parar más a nuestro sistema productivo, porque las consecuencias y efectos en el empleo y en nuestro bienestar como país, se agravarían no solo en el corto plazo, sino también en el medio y largo plazo». Este colectivo recuerda que ya hay «una alarmante caída» del puso en la economía.