Empresarios y automovilistas exigen actuaciones para atajar 100 kilómetros de puntos negros en carreteras de la provincia de Castellón. La Asociación Española de la Carretera (AEC) y la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN) presentaron ayer el informe titulado Seguridad en carreteras convencionales: un reto prioritario cara al 2020 que propone actuar en 94,89 kilómetros repartidos entre la carretera N-340 y el vial del aeropuerto CV-13 para salvar vidas. Unos trabajos que, según sus cálculos, supondrían a las administraciones públicas una inversión de 56,934 millones de euros. Estos tramos han sido escogidos por su elevado tráfico y especial peligrosidad.

Según explica Jacobo Díaz, director general de la AEC, «el informe está centrado en carreteras convencionales, ya que estas concentran la mayor parte de la accidentalidad». No en vano, en ellas se produce hasta el 80% de los fallecidos en carretera.

En concreto, las actuaciones contempladas en la CV-13 afectarían a un tramo de 13,03 kilómetros, entre Vilanova d’Alcolea y Torreblanca, con una inversión de 7,818 millones de euros.

Por lo que respecta a las inversiones previstas en la nacional 340, estas sumarían 10,686 millones en la mitad sur (de Nules a Castellón) y 38,43 millones en la parte norte, hasta Benicarló.

La falta de separación física entre sentidos, un espacio que comparten vehículos pesados con turismos, furgonetas, motos, ciclistas y, en algunos casos, peatones y la proliferación de intersecciones al mismo nivel con accesos muy próximos elevan la peligrosidad de este tipo de viales.

En estos tramos de especial peligrosidad proponen mejoras relacionadas con la seguridad vial. Se trata de acciones de bajo coste. Entre ellas se incluirían la instalación de bandas sonoras o cebreados para tratar de que los vehículos reduzcan la velocidad o la limitación de adelantamientos mediante la doble línea continua. Otra de las iniciativas propuestas consiste en realizar estrechamientos de calzada con marcas viales y la instalación de señalización advirtiendo de la existencia de controles. También proponen la colocación de señalización inteligente en cruces peligrosos y medidas de mayor envergadura, como, por ejemplo, la ejecución de circunvalaciones en poblaciones, que reducirían, de media, un 25% los accidentes con víctimas, según el estudio.

SALIDAS DE VÍA

El informe identifica los tramos que presentan una elevada siniestralidad como consecuencia de las salidas de vía. En concreto, entre los kilómetros 969,480 (Vila-real) y 972,590 y entre el 980,740 y el 987,110 de la nacional 340 a su paso por el término de Benicàssim.