Los empresarios turísticos de la provincia han trasladado a la Diputación de Castellón “su temor” y le han pedido “su apoyo” para que el Consell no imponga la tasa turística. Así lo explicó el vicepresidente provincial de Turismo, Andrés Martínez, quien se reunió ayer con la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio --la secretaria general de la entidad, María Jesús Arenós, y la jefa del área, Teresa Prim--; y mantuvo varios contactos con Ashotur.

Los empresarios, según indicó Martínez, coinciden con el gobierno provincial en que esta medida sería muy perjudicial para un destino emergente como Castellón. Este nuevo tributo, que se aplica en Cataluña, se encuentra actualmente en estudio por la Comisión de Expertos convocada por el Consell para la reforma tributaria y supondría incorporar una tasa por pernoctación.

IMPACTO // Por ello, Martínez alertó del “grave impacto si la Generalitat lo aprueba, con una caída de turistas, menos ingresos y despidos”. El diputado provincial reflexionó que “aumentar con tasas el precio que a un turista le cuesta venir a la provincia a pasar sus vacaciones es la peor medida que se puede tomar en un momento en que el sector se está recuperando, pues facilita que nos desestimen y entonces elijan otro lugar”.

Para el vicepresidente provincial, aumentar la presión fiscal tendría dos efectos inmediatos: “Menos contratación y menos inversión”. Por ello, ahondó: “Antes de que expertos estudien esta medida creo que es importante abrir un espacio de reflexión y hablar con empresarios, municipios y resto de administraciones”. En su opinión, “no es de recibo que la Generalitat tome de forma unilateral esta iniciativa” que les “puede perjudicar y cuyos supuestos beneficios económicos se desconocen”. “Dudo mucho que beneficie a Castellón”, concluyó. H