Son la mitad de la población pero ha sido en los últimos años cuando se han empoderado. El papel de la mujer en la sociedad ha cambiado, como también lo ha hecho la lucha por la igualdad salarial, por ocupar posiciones de poder en el ámbito empresarial e institucional, por la conciliación laboral o por las medidas de discriminación positiva. Pero, aún con todo, las estadísticas demuestran que lo andado hasta ahora todavía no es suficiente. Porque el problema ya no es tanto llegar a terreno vedado, como subir por él y superar una serie de barreras a las que se llama de cristal porque son invisibles. Y eso que son de lo más cotidianas.

El camino andado no es suficiente (la discriminación de la mujer va mucho más allá de la brecha de genero y del techo de cristal), pero en Castellón cada vez son más las empresas que hacen de la paridad una seña de identidad. Compañías de todos los sectores y de todos los tamaños que en los últimos años han desarrollado planes de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, una hoja de ruta avalada por la Conselleria de Igualdad y que la empresa utiliza para organizarse y promover la paridad, pero también la conciliación. Todas se han dado cuenta de que la igualdad es posible, que no cuesta tanto y que, además, ayuda a captar talento y a retenerlo.

Cuinatur es una de las empresas que en Castellón miran hacia sí mismas, a las que les preocupa conocer el estado de sus empleados, valorar su situación personal y profesional, su proyección, sus necesidades para conciliar, sus inquietudes intelectuales, sus carencias... Esta compañía de Castelló, dedicada a la gestión de comedores escolares y con unos 400 trabajadores en plantilla, tiene un plan de igualdad desde el 2013. «Tuvimos claro desde el minuto cero de que ese era el camino y obedeció a un proceso de reflexión. Al final, apostar por la igualdad es una cuestión de principios y no debe verse como una obligación», apunta María José Antoni, directora adjunta de una compañía que no ha parado de crecer y que este mismo año empezará a gestionar el comedor de una empresa.

La compañía ha hecho de la igualdad de oportunidades su bandera (en 2017 implementaron su segundo plan) y eso que el 80% de sus trabajadores son mujeres. «La mayor parte de nuestra plantilla está formada por cocineras y monitoras de comedor y una de las medidas que incluye el plan es la formación en corresponsabilidad, para hacer hincapié en que no todas las tareas deben pasar por la mujer», sentencia. Conceptos como corresponsabilidad, conciliación e igualdad que las monitoras transmiten a los escolares, y también actuaciones en materia de salud laboral. «Tenemos un protocolo muy novedoso de bienestar emocional que previene aspectos como el estrés o la ansiedad y mejora el clima laboral», añade la directora adjunta de Cuinatur.

Una discriminación positiva

Otra empresa de Castellón que ha visto claramente que el camino de la igualdad no tiene retorno es Becsa. La compañía, que forma parte de Simetría Grupo Empesarial y cuya actividad principal es la construcción, cuenta con un plan de igualdad desde el 2009. Un documento que incluye 26 medidas encaminadas a la mejora de la igualdad en la empresa. «Es especialmente importante, dentro del apartado de Contratación, Acceso y Selección, la medida que introduce la discriminación positiva en selección de personal, de forma que, ante igualdad de candidaturas, la persona seleccionada sea la que ayude a equilibrar al sexo sobrepresentado en el puesto de trabajo, una iniciativa que, además hemos puesto en práctica en varios procesos de selección en el último año», explican desde una empresa cuya plantilla está integrada por 1.136 personas, de las que el 12,32% son mujeres. «Somos conscientes de que el porcentaje es insuficiente, aunque también es cierto que se encuentra por encima de la media nacional, donde solo el 9% de las personas que trabajan en el sector de la construcción son mujeres», añaden.

Becsa opera en un sector históricamente masculinizado, donde la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad es minoritaria, pero la situación va camino de cambiar. «La consecuencia de las medidas aplicadas, así como de la nueva cultura asumida en esta materia, ha sido el incremento notable en el número de mujeres en puestos de responsabilidad, y la adopción de medidas que permiten una mejor conciliación de la vida personal con el desempeño de nuestros puestos de trabajo», insisten.

En los procesos de selección de Becsa hay una discriminación positiva y en los últimos años la empresa también ha adoptado medidas de conciliación. «Se han implementado iniciativas para la flexibilización de horarios, tratando de conjugar las necesidades personales con la actividad de la empresa. Y en materia de concienciación se ha impartido formación específica destinada a sensibilizar en materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, a todos los mandos de la empresa», añaden.

Gimecons Construcciones y Contratos, del Grupo Gimeno, ha sido la última empresa de grupo castellonense en aprobar su Plan de Igualdad. Lo hizo hace justo un año y en todo este tiempo ha desarrollado medidas para alcanzar la paridad sin ningún tipo de discriminación directa o indirecta por razones de sexo. «Unas iniciativas que afectan a los procesos de selección y contratación, la clasificación profesional, la formación, la promoción profesional y las condiciones de trabajo, incluida la auditoría salarial entre mujeres y hombres, así como el ejercicio corresponsable de los derechos de la vida personal, familiar y laboral, la infrarrepresentación femenina, las retribuciones y la prevención del acoso sexual y por razón de sexo», enumeran desde la compañía. Además de Gimecons, Facsa, Fobesa, Fovasa Medio Ambiente, Fovasa Mantenimiento y Limpieza, Inturcosa e Inturfood (todas del Grupo Gimeno), cuentan también con planes de igualdad.

Mujer y discapacidad

Dicen los expertos que ese camino hacia la igualdad total se recorrerá más fácilmente cuantas más directivas se involucren en las empresas y eso, involucrarse al cien por cien, es lo que ha hecho Amalia Diéguez, directora de la Fundación-Asociación de Daño Cerebral Adquirido Ateneu Castelló. «Siempre he estado muy comprometida con la lucha contra las desigualdades por razón de género y, por razón de género y discapacidad, como es el caso de las mujeres con discapacidad que sufren una doble discriminación», argumenta.

En 2016, Ateneu Castelló implementó su primer plan de igualdad y, entre otras cosas, logró equilibrar la composición de los órganos de gobierno de la entidad, copados mayoritariamente por hombres. Hoy, en cambio, el órgano de dirección de Ateneu es paritario y está integrado por 12 personas: seis mujeres y seis hombres. «Ahora tenemos un segundo plan de igualdad y se ha ido un poco más allá en medidas de sensibilización y también en iniciativas de conciliación entre la vida laboral y personal», añade Diéguez. Porque igualdad y conciliación van de la mano.