«Colaborar en salvar una vida es más que gratificante, no hay palabras. Era la primera vez que participaba en un rescate tan grave y la sensación que tuve cuando me informaron de que al paciente le daban el alta y que estaba perfectamente fue maravillosa, no tengo palabras para definirla». Así se expresa Ana Roca, graduada en Enfermería hace apenas unos meses por el CEU de Castellón. La joven enfermera ha sido contratada para la temporada estival por Intur Sport para ejercer como enfermera en el servicio de salvamento y socorrismo de las playas de Benicàssim. El caso al que se refiere es el de una persona que estuvo a punto de ahogarse hace unos días.

La antigua alumna del CEU afirma que la mayoría de situaciones a la que se enfrenta el equipo diariamente son primeros auxilios más leves, como picaduras de medusas, extracción de púas de erizo y heridas leves. Pero, a pesar de eso, «los días en este puesto de trabajo son muy diferentes. Hay días muy tranquilos, o que lo parecen. Tienes una sensación permanente de alerta, pero en cuanto llegas al lugar del suceso, solo piensas en ayudar al paciente y olvidas los miedos y problemas».

Ana Roca está encantada de empezar a trabajar tan pronto de lo suyo y en un ámbito como el de las emergencias, en el que ha ido adquiriendo experiencia mientras estudiaba la carrera en el CEU. De hecho, cree que uno de los factores que más pesó a la hora de que la contrataran es haber realizado numerosas prácticas extra-hospitalarias en situaciones de emergencia, además de aprovechar las prácticas voluntarias que el CEU pone a disposición de sus alumnos con Ambulancias CSA.

En el mismo sentido se expresa María Manero, otra de las jóvenes enfermeras formadas en el CEU contratada por Intur Sport este verano para velar por la salud de los bañistas. La antigua alumna considera que «saber actuar ante una situación extrema resulta, sin duda, la parte más importante de la enfermería».

Reto profesional

Manero está muy satisfecha con este primer reto profesional: «La gente a la que atiendes es muy agradecida y, con ayuda del técnico de la ambulancia y el equipo de socorrismo, el trabajo es mucho más sencillo». «El papel del enfermero del equipo se basa en hacer el reconocimiento a la víctima y valorar su estado. En caso de requerir traslado al ambulatorio, junto al jefe de playa, se valora la situación y se traslada a la víctima si lo precisa. Si la situación fuera más grave, por supuesto se llama al 112», explica. «Gracias a la formación recibida en el CEU he podido acceder a este trabajo. Después de cuatro años de estudios y prácticas he podido cumplir uno de mis sueños», asegura. Ana Roca coincide: «El primer día tenía un poco de vértigo por si no estaba suficientemente capacitada, pero, una vez aquí, me di cuenta de que sí lo estaba. El equipo me acogió desde el primer momento; son increíbles».