Enrique Selva, ceo de IM2 Energía Solar, explicó el caso de éxito de Pamesa como ejemplo de implantación de la eficiencia energética en la industria cerámica. "El proyecto de autoconsumo solar fotovoltaico más grande de Europa está en Onda y pertenece a Pamesa Cerámica", destacó al inicio de su intervención en el Ecoforum de 'Mediterráneo', en Castelló. Y detalló que a través de la instalación de placas solares en los centros logísticos de Pamesa se puede generar toda la energía eléctrica que necesita la fábrica.

Enrique Selva (IM2): "El proyecto de Pamesa engloba 145.000 m2 de cubiertas solares, el equivalente a 20 campos de fútbol".

Además, Selva sorprendió con un reto para el futuro cada vez más real: "Ser capaces de generar energía solar las 24 horas, no solo diurna, para el funcionamiento de las fábricas". Para esta tarea jugarían un papel clave la conexión con baterías de ión litio que se cargarían durante el día para contar con electricidad durante la noche.

Selva destacó que otro desafío futuro, una vez se solucione la pandemia, es el cambio climático, y en esto las energías limpias y la reducción de la huella de carbono tendrán todo el protagonismo. "Las generaciones futuras no consumirán productos con alta huella de carbono", indicó. Y agregó que el azulejo ya no solo competirá en calidad y servicio frente a rivales como Italia, sino que también un azulejo sostenible, en cuya producción se ha empleado energía limpia como es la solar, ganará puntos.

¿Qué hacer para contar con esa fábrica solar? Buscar superficie adecuada, ver cuanta se necesita y cuánto energía se precisa consumir. Para instalar paneles solares se aprovechan cubiertas de los centros logísticos y si no, se construyen marquesinas. Luego, el cableado y las centrales donde se convierte en energía eléctrica y se suministra a la red, la limpieza robotizada de las cubiertas, etc.

Una fábrica puede beneficiarse de esta electricidad generada a partir de energía solar, no solo para autoconsumo de mantenimiento y producción, sino también para cargar flota de camiones que acuda a repostar, por ejemplo. Ya es posible, además, optimizar esa energía solar y predecir cuánta se podrá generar con los mapas de predicción; además de conocer a tiempo real cuánta energía se está produciendo en una planta y si bastará con ella o será necesario ampliar la potencia con más paneles. Todo un sinfín de oportunidades que, según Selva, vivirá su oclusión "en los próximos 10-20 años".