El riesgo de envejecimiento del parque móvil afecta a uno de cada tres automóviles de la provincia. En concreto, según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico de Castellón, un 26,4% de unidades tiene una antigüedad inferior a cinco años, los que tienen entre 5 y 10 años suman un porcentaje de 13,7% y entre 10 y 15 años está el 25,2%. El resto tiene más de 15 años, lo que supone el 34,7%.

Desde la patronal Faconauto señalan que «el envejecimiento es el problema más grave que tiene el sector de la automoción en este país». A raíz de la crisis del 2008 el parque ha envejecido y tiene 12,7 años de media, cuando en otros países de referencia es de 10 años o menos.

«Esperamos que el plan de renovación lo frene, pero, para que ello ocurra y se reduzca la edad media, habría que ir a un programa más estructural, con dotaciones económicas constantes en el tiempo, si bien el actual es un buen punto de partida. Nuestra aspiración es tener un parque inferior a 10 años», dicen.

SEGURIDAD VIAL

Las consecuencias de un parque viejo se notan tanto desde el punto de vista de la seguridad vial como medioambiental, pues son menos eficientes los de más de 10 años, de ahí la importancia de estos planes.

Por un lado, los vehículos más antiguos no incluyen de serie las medidas de seguridad de los nuevos. A ello hay que añadir el deficiente mantenimiento.

Un mal estado de ruedas, sistemas de frenado y amortiguación, cinturones o iluminación inciden en mayor riesgo de siniestros graves. A ello se suman las emisiones de los vehículos, en un momento en el que la preocupación por el medio ambiente es creciente.

Por lo que respecta a los vehículos de dos ruedas, la antigüedad de la flota castellonense es de 13,2 años, según recoge el último informe de la patronal aseguradora Unespa. La más avejentada es la de Lugo, con 14,2, mientras que la más rejuvenecida es la de Ceuta con 9. No obstante, es posible que la afición hacia el coleccionismo de motos históricas pueda modificar las cifras y hacer que en realidad sea menos antiguo.

De hecho, las ciudades de Guadalajara, Lugo y Castelló son las que tienen una mayor densidad de este tipo de vehículos de dos ruedas de más de 25 años.

En el territorio castellonense, de hecho, el parque de motos asciende a 38.165. De ellas, 5.831 son ciclomotores, 21.126 motos y 11.208 escúteres. En cuanto a la tendencia, en el último año del estudio han detectado que, mientras la matriculación de escúteres disminuye ( -4,36%) igual que la de ciclomotores (-0,05%), la de motos ha aumentado (5,15%).