El año no ha empezado nada bien para el empleo. En enero y febrero la cifra de parados en Castellón creció en 2.679 personas, y el fantasma de los expedientes de regulación de empleo (ERE) vuelve a amedrentar a unas plantillas que, en muchos de los casos, todavía no se han recuperado de la devastación que produjo la crisis. Durante el primer mes del año, los ERE volvieron a dispararse en Castellón y afectaron a 364 trabajadores, cuarenta veces más que durante el mismo mes del año anterior, cuando fueron solo 8.

Los ERE arrancan el año con mal pie y el 2018 no fue mucho mejor. Tras años a la baja, los expedientes de regulación volvieron a hacer un roto en el mercado laboral de Castellón. Tanto, que el número de afectados por estas medidas de ajuste laboral prácticamente se duplicó, al pasar de los 1.493 del 2017 a los 2.864 del pasado ejercicio, cuando se regularon casi 8 empleos de media al día. Y eso a pesar de que el número de empresas que optaron por aplicar un ERE siguió a la baja. Según el balance del Ministerio de Trabajo y Seguridad social, las empresas que los aplicaron fueron 87, trece menos que durante el año anterior.

De los 2.867 trabajadores que se vieron afectados por expedientes de regulación de empleo durante el año pasado, el 92% pertenecían a la industria, fundamentalmente al azulejo, un sector que en la segunda mitad del año y debido a la ralentización de las ventas, presentó 15 ERE, la inmensa mayoría temporales.

Ocho de cada diez ERE fueron suspensión temporal de contrato, un procedimiento que implica que la empresa mantiene de alta al asalariado y cotiza por él. Otros 220 trabajadores se vieron afectados por una reducción de jornada, mientras que 377 fueron despidos colectivos.