Han pasado ya 14 años desde que los antiguos juzgados dejaran el edificio de la plaza Borrull para prestar su servicio en la Ciudad de la Justicia. Era el año 2006. Un periodo de tiempo en el que el céntrico recinto, además de sufrir el paso del tiempo, ha sido víctima de actos vandálicos que lo han sumido en un estado deplorable, tal y como pudo comprobar el periódico Mediterráneo.

Cortinas raídas, muebles, ventiladores, máquinas de escribir, estanterías y hasta una bandera de España por el suelo; cristales y maletas antiguas así como otros documentos que podrían ser, incluso, antiguas piezas de convicción ya sin importancia forman parte del escenario del inmueble donde aún se pueden apreciar los antiguos calabozos y las dos salas de la Audiencia Provincial (estas son algunas de las zonas mejor conservadas).

Los desconchados en los techos y las paredes son habituales en pasillos y salas de todo el recinto, así como restos de basura no orgánica.

La parte del sótano es la más afectada por el paso del tiempo porque es donde un mayor número de enseres se amontonan. También en esta zona subterránea se encuentran las calderas.

Por este motivo, y debido a la situación en la que se encuentra el recinto, la Generalitat valenciana, actual propietaria de los antiguos juzgados, ha llevado a cabo las tareas de desinfección pertinentes y una empresa de la limpieza se encargará de retirar los residuos en los próximos días para adecentarlo y erradicar su imagen actual.

El siguiente paso será ya la licitación de la obra de remodelación a la que se prevé que concurran 16 empresas constructoras de toda España (dos de Castellón) con el fin de que, en un plazo de 22 meses desde el comienzo de los trabajos de rehabilitación, los antiguos juzgados luzcan nueva imagen y presten servicios a la ciudadanía.

El 2021 será el año en el que comience el cambio para esta construcción que se levantó a principios de los años 70 y que ya ha cumplido los 50 años.