Después de trabajar durante años por cuenta ajena, Silvia Rojas decidió hace un año establecerse por cuenta propia. Montó Get me, un estudio de diseño gráfico especializado en diseño de marcas --web, redes sociales, logos--, centrado en el nicho de los emprendedores. Esta castellonense subraya la parte buena de ser una trabajadora autónoma. «Trabajo mucho pero en algo que me apasiona y que, en el pasado, por malas experiencias llegué incluso a odiar», explica.

La clave, según Rojas, es «organizarte en base al trabajo que tienes» para no saturar horarios y tiempos. En su caso valora que las horas que ahora trabaja sean lo más productivas posibles para cumplir los plazos de entrega con los clientes. «Es verdad que siendo una trabajadora autónoma tienes una responsabilidad frente al cliente mucho mayor que si trabajas para un jefe en otra empresa», cuenta Silvia, en referencia a la ausencia de filtros y la realidad de un contacto directo con el consumidor. Añade que «las horas que trabajas lo haces con un nivel de estrés y de cansancio más fuertes» que trabajando en una empresa por cuenta ajena. Algo que en su caso se compensa con creces, explica Silvia, porque está haciendo lo que le gusta y como le gusta. Amasa casi dos décadas de trayectoria en el mundo del diseño, también el cerámico, y ha trabajado en agencias de comunicación y publicidad.

«No hay que tener miedo, pero si emprendes que sea para vivir mejor», recomienda Silvia desde Get me a aquellos que estén planteándose convertirse en autónomos. «Es estar tú sola en medio de una jungla», concede Rojas, «pero personalmente me lo he trabajado, he tenido suerte y estoy muy contenta». En apenas un año de experiencia tiene clientes del extranjero y varios puntos de España.