El sector de fritas, esmaltes, colores y tintas cerámicas superó en el 2016 los 1.203 millones de euros de facturación. Y lo logró gracias al alza del mercado interno. Aunque el 70% de sus ventas corresponden a la exportación, con 843 millones, el mercado foráneo registró una ligera caída del 1,26%, mientras el interno logró un alza del 5,63% hasta alcanzar los 360 millones de euros, como ayer hizo público Anffecc.

A pesar de que, según el Icex, las ventas en toneladas en el mercado externo aumentaron ligeramente, el presidente de Anffecc, Miguel Ángel Michavila, apunta que la caída de facturación en el exterior se debe a que algunos fabricados «han dejado de ser novedosos y además hay más competidores en los mercados». Asimismo, los incrementos en los costes energéticos y de materias primas primordiales, así como los costes administrativos «han ido creciendo de forma paulatina en los últimos años y, con la crisis económica, no han podido trasladarse al precio de venta. Esto ha provocado que los márgenes en los productos tradicionales sean realmente estrechos, solo compensables en parte con la rentabilidad de otros productos más novedosos», dijo Michavila.

Así, la mayor parte de mercados exteriores tradicionales han disminuido sus compras de fritas, esmaltes, colores y tintas, como muestra el gráfico adjunto.

La buena noticia fue el incremento de ventas del mercado nacional. Para Michavila, «la apuesta por la exportación del azulejo español está dando sus frutos y se espera que se mantenga esta senda en este próximo año también». Así las cosas, el presidente de Anffecc destaca que el sector «afronta el 2017 con esperanza en recuperar su crecimiento, apoyándose siempre en la I+D+i y la internacionalización».