El jefe de área de Servicios Centrales del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, Miguel Ángel Santamaría, considera prioritario acabar ya las obras paralizadas del Hospital Provincial, por lo menos, la que corresponde al sótano, donde está previsto ubicar los búnkeres para albergar el nuevo PET TAC. Sobre este último, Santamaría señala que es un equipo de máxima importancia para el centro sanitario.

En opinión de este especialista, “hace falta un PET TAC porque es una herramienta fundamental, tanto para el diagnóstico oncológico como para ver la evolución posterior de los tratamientos de quimioterapia, para conocer si van bien”, argumenta.

Comenta que en la actualidad existe una unidad móvil que acude al centro sanitario para practicar las pruebas a los enfermos, aunque con el coste anual del alquiler (de 500.000 euros anuales) y el tiempo en que lleva acudiendo al centro sanitario, ya se hubiera podido adquirir el nuevo PET TAC. Un equipo que atiende al año a entre 800 y 900 pacientes, con una media de 20 pruebas a la semana y 80 al mes.

Hay que recordar que, como viene denunciando Mediterráneo, el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón solicitó en marzo del 2015 el permiso para poder continuar con las obras de ampliación del centro, que fueron adjudicadas a Becsa por un importe de 2,1 millones, financiados al 50% entre la Diputación y la Conselleria.

Según ha podido saber este rotativo, Diputación ingresó el 23 de febrero del 2015 el dinero para financiar las obras, es decir, hace 15 meses, sin que por el momento la obra se haya podido retomar porque el Ayuntamiento de Castellón no concede la licencia ambiental y la de obras. H