La cifra habla por sí sola: 2.035 funcionarios menos. Es el número de puestos de trabajo de la Administración del Estado que se han perdido en Castellón en los últimos diez años. La administración de la que dependen los organismos encargados de tramitar prestaciones tan importantes como la pensión de jubilación, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), las ayudas a los autónomos o los expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hace frente a la crisis del covid con la mitad de la plantilla. De los 4.137 empleados que tenía en la provincia en enero del 2010, se ha pasado a tan solo 2.102 al comienzo de este año, según el Ministerio de Política Territorial. Una plantilla que por los recortes se ha quedado en los huesos y que ahora no puede hacer frente a los miles de expedientes que les llegan . ¿La consecuencia? Una administración colapsada y que tarda meses en dar una respuesta.

Uno de los organismos más afectados por los recortes es la Seguridad Social. Encargado de gestionar el IMV, las pensiones o la prestación por maternidad y paternidad, su plantilla en Castellón ha menguado un 30% , según estimaciones del sindicato CSIF. «La puesta en marcha del IMV con motivo de la pandemia, sin los medios adecuados, falta de planificación, ni organización previa, escasez de recursos humanos y materiales, está suponiendo un caos y ha ralentizado todo el resto de trabajo, retrasando en varias semanas el reconocimiento de prestaciones como la pensión de jubilación, viudedad o incapacidad», explican desde el sindicato, una demora de hasta cinco meses que ayer denunció Mediterráneo.

Para tratar solucionar el colapso, el Ministerio de Seguridad Social ha convocado un millar de plazas de interinos de forma urgente para toda España. A Castellón le corresponden 12, una cifra que a juicio del CSIF es claramente insuficiente. « Esto no deja de ser un parche que llega tarde. El problema solo se empezará a resolver cuando se convoque una oferta de empleo extraordinaria que cubra las vacantes que se han producido estos años», sentencia.

Mientras, a los ciudadanos no les queda otra que esperar horas para conseguir una cita previa telefónica (la atención presencial se ha reducido al máximo por el covid). Y cuando por fin lo logran, son atendidos en un plazo que va de las tres a las cuatro semanas.

TESTIMONIO:

«Tardaron horas en coger el teléfono»

Para hacer un trámite con la Seguridad Social hay que armarse de paciencia. Basilica lo hizo. Necesitaba una cita presencial para solicitar el permiso de maternidad y tardó horas en ser atendida por teléfono. «Mi marido y yo lo intentamos durante todo un día, pero el teléfono siempre estaba ocupado. Por fin, lo cogieron y la funcionaria nos explicó que teníamos que solicitarlo por internet», cuenta esta vecina de Castelló que ayer acudió a la oficina de la avenida del Mar para gestionar su prestación,

Pero pedir la cita de manera telemática tampoco resultó sencillo. «El sistema se colapsaba, así que me dijeron que lo intentara de madrugada. Por fin una noche, pasadas las 0.00 horas, el sistema me permitió solicitar la cita. De eso hace unos quince días».

Basilica y su familia se manejan bien con internet, pero hay miles de personas en Castellón que no saben cómo hacer gestiones telemáticas. Es el caso de Antonio. Tiene 72 años y ayer acudió a la oficina de la Seguridad Social de la avenida del Mar de Castelló para buscar un documento. «Necesito un papel para cobrar una pensión de Francia, dado que hace unos años fui a la vendimia. En casa no tengo internet, así que una trabajadora me ha hecho el favor de ayudarme y me han sacado toda la documentación que necesitaba. La gente mayor no estamos preparados para esto», explica.