El calendario, caprichoso y voluble, marca su impronta. En todos los ámbitos. También en el magdalenero. Estefanía y Berta, la reina de la eterna sonrisa y la dulce princesa de la fiesta, dijeron ayer adiós a su trono del 2017.

Un ¡hasta siempre! enmarcado en letras de oro de la historia de las fiestas mayores de Castellón, en un acto de despedida en forma de gratitud. Y es que la palabra gracias sonó con fuerza e ímpetu, ante las damas de la ciudad, madrinas y presidentes de gaiata. Fueron 365 días de corona y cetro resumidos en apenas una hora.

Estefanía, vendaval de clase, saber estar, dulzura y cariño, que cautivó a los castellonenses desde el primer momento de su victoria en el parnaso del tercer domingo de Cuaresma, no pudo evitar emocionarse. Y qué decir de Berta, encanto de ángel de Magdalena, que ha demostrado el porqué lleva en sus venas la esencia de la fiesta tradicional.

testimonios // Sorpresa entrañable la de Estefanía al ver cómo su hermana Lourdes se encargaba de presentar la ceremonia. Orgullo fraterno, pero, también confidente, cómplice, compañera y amiga fiel. Y en sus palabras, que brotaron del corazón, las estampas de un día a día vivido con mayestática elegancia de quien ha tenido el privilegio y la fortuna de ser la reina de las gaiatas, de los castellonenses y de la luz, con un discurso aderezado de gratitud inmensa y sincera.

Berta Montañés dio también las gracias. A su corte de honor, a la Junta de Festes, al Ayuntamiento... y recordó cada una de las vivencias en un año especial, «como la Ofrenda de Flores», y fue desgranando las emociones a flor de piel con su banda infantil de verde esmeralda.

Y en una tarde de sorpresas y emociones, de recuerdos almacenados en la memoria de los sueños de un país castellonero que se consagró en el tercer domingo de Cuarema, las instantáneas de un vídeo que estrechó los lazos de amistad y sensaciones que rememoró la Magdalena 2017.

No faltaron los regalos a Estefanía y Berta. Como no, el pergamino con los versos del Pregó del inmortal Bernat Artola, y que anuncia ya de nuevo una nueva semana grande. También, los cojines sobre los que reposaron sus pies en las ceremonias de Imposición de Bandas y Galania. Estefanía y Berta dejan su huella.