Las empresas que gestionan las variedades protegidas con royalties estrechan el cerco contra lo que llaman «piratería vegetal», esto es, contra las plantaciones ilegales de este tipo de mandarinas, fundamentalmente nadorcott, tango y orri. En este sentido, recientemente se han arrancado 1.800 naranjos de esta última variedad en la provincia, concretamente en siete fincas de Vila-real, Nules, Betxí y les Alqueries, donde hay cuatro agricultores que se han visto obligados a eliminar el material vegetal y a abonar las multas acordadas.

El Orri Running Committe (ORC), entidad encargada del control de esta variedad de origen israelí en España, confirmó a través de su gerente, Guillermo Soler, que en el caso de las siete fincas afectadas en la provincia se llegó a «acuerdos extrajudiciales con los infractores». Según confirmaron fuentes del sector citrícola conocedoras de estos litigios, el hecho de que haya un pacto entre el comité y el agricultor «suele rebajar las cantidades» a pagar por parte de estos.

Como ejemplo, en el caso de la orri, en junio se produjo la primera sentencia por plantación ilegal en España y el infractor, de Picassent (Valencia), fue obligado a pagar 20.000 euros por solo 199 árboles. El responsable de cítricos de la Unió, Carles Peris, advirtió de que para los productores no es recomendable llegar a los tribunales, pues «en todos los casos están ganando las empresas licenciatarias de estas variedades».

MÁS CASOS

Soler explicó que el ORC tiene iniciadas más acciones legales en la provincia contra horticultores que plantaron la variedad orri de forma ilegal, es decir, sin abonar los royalties correspondientes. «Estos casos se localizan no solo en Castellón, sino también en el resto de la Comunitat, en Murcia, Andalucía y Cataluña, y en breve puede haber más resoluciones», afirmó.

Y es que las empresas que gestionan las también llamadas variedades de autor están mejorando los métodos de control para detectar frutos ilegales y proteger sus mandarinas, que alcanzan precios muy superiores a las convencionales en el mercado.

Así, el comité de Orri, que engloba a los poco más de 480 sublicenciatarios de dicha especie, refuerzan este año las accciones de control sobre la producción y comercialización mediante la realización de inspecciones periódicas no solo en seis de los principales puntos de la red de mercados mayoristas de España, sino también en superficies españolas, de Reino Unido y Francia.

MARCADORES MOLECULARES

En paralelo, y como ya publicó este diario, grandes empresas exportadoras tanto de Castellón como del resto de España desarrollan el proyecto Go Citrus, que mejora la identificación varietal a través de marcadores moleculares. El objetivo de este innovador sistema es incrementar los controles en los puntos de venta, que hasta ahora eran menos precisos y más costosos, y hacer posible que en apenas 48 horas sea posible determinar con exactitud la variedad a la que pertenece una mandarina.