Seguir una dieta mediterránea rica en grasas vegetales (aceite de oliva virgen extra, frutos secos, etc.) no implica un aumento significativo de peso en comparación con una dieta pobre en grasas, según explica un estudio en el que ha colaborado la Universitat Jaume I publicado en la revista médica The Lancet Diabetes & Endocrinology. El trabajo sugiere que muchas directrices actuales sobre salud que recomiendan reducir grasas y calorías generan una percepción errónea sobre los efectos de la ingesta de grasas de la dieta mediterránea, de reconocidos beneficios para la salud.

Las evidencias científicas de este trabajo apuntan a que el contenido total en lípidos no es un indicador adecuado para valorar los efectos negativos o beneficiosos de los alimentos. Así, las grasas de los frutos secos, del pescado y de aceites vegetales ricos en compuestos fenólicos son más saludables que los lípidos procedentes de la carne y los alimentos procesados. El profesor de la Jaume I Òscar Coltell argumenta que este artículo está teniendo una repercusión muy grande en los Estados Unidos (EEUU), “donde las últimas recomendaciones de salud pública estaban muy centradas en dietas bajas en grasas”. H