Aunque por ahora la temida xylella fastidiosa no ha llegado a Castellón, en la provincia se dan las condiciones «idóneas» para que la bacteria consolide una implantación muy amenazante para los agricultores. Es la conclusión a la que llegan los investigadores Oliver Gutiérrez y Luis V. García, que acaban de publicar un artículo que, bajo el título La dimensión geográfica de las invasiones biológicas en el Antropoceno, apunta que su expansión sería «un auténtico desastre para los agrosistemas mediterráneos y la economía de las zonas rurales».

Hasta ahora, tras llegar a Italia en el 2013 y provocar una escabechina en las plantaciones olivareras, la bacteria aterrizó en las Islas Baleares y luego en el norte de Alicante, desde donde se teme su expansión a Castellón. De hecho, los profesores citan un reciente informe de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria en el que este organismo advierte de que «es más que probable asistir a una propagación del organismo en el continente», subrayan.

En este mismo sentido, los investigadores de la Universidad de Málaga y el Centro Superior de Investigaciones Científicas apuntan que el área de distribución potencial en territorio peninsular abarca sobre todo «los espacios subtropicales húmedos y dominios de clima templado». Es el caso de la mayor parte del territorio castellonense, donde el gran riesgo se concentra «en los espacios interiores próximos a la costa en los que predominan las actividades agrarias, soportan densidades de población intermedias y se hallan bien comunicados».

COMARCAS AFECTADAS // Esto implica que el también llamado ébola de los olivos tendría condiciones para aterrizar en la Plana Baixa, la Plana Alta y el Baix Maestrat, así como las zonas más bajas de Els Ports, el Alt Maestrat y el Alto Palancia. Aunque la bacteria ha afectado en Alicante sobre todo a almendros, también puede afectar, si se produce una mutación de la subespecie, a otros cultivos leñosos como los olivos o los cítricos.

El miedo a que la Xylella fastidiosa llegue a Castellón creció el año pasado, cuando uno de los diez brotes en Alicante no solo afectó a almendros sino también a algunas plantas aromáticas. «En este caso, su potencial expansivo a través de insectos vectores crece de forma exponencial», advierten los líderes de Fepac Asaja y la Unió, José Vicente Guinot y Carles Peris.

Por su parte, Asaja Alicante y la Asociación de Afectados por la Xylella Fastidiosa instan a Agricultura a sustituir el protocolo de erradicación por uno de contención, por el cual solo se arrancarían los árboles infectados.