Las instituciones de la Unión Europea (UE) trabajan a contrarreloj para aprobar el nuevo sistema de aplicación de control antidumping frente a la entrada de productos de China con precio por debajo de costes, entre ellos la cerámica, a Europa. Y es que en diciembre expira la moratoria del antiguo sistema de control.

Por ello, la UE tiene a punto una propuesta de control con nuevos cálculos arancelarios compensatorios, que está a punto de caramelo para su aprobación definitiva. Precisamente, este pasado martes se produjo una nueva reunión a tres bandas (el denominado trílogo: Parlamento, Consejo y Comisión Europea), pero sin unanimidad.

EURODIPUTADA

Así lo explicó a Mediterráneo ayer la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien sí se mostró confiada en que, tras tres intentos infructuosos del trílogo, en el próximo pleno de octubre, en 15 días, en Estrasburgo, se pueda alcanzar por fin el acuerdo que impulse este nuevo plan antidumping. ¿Cuál es el problema? Al parecer, «existen diferencias en definir en quién justifica que se ha producido efectivamente dumping, en probarlo. Si el informe lo costea el productor chino demandado o el industrial europeo. Nosotros estamos a favor de que lo pague el asiático. Hay unanimidad política pero desacuerdo de las instituciones».

Sobre el procedimiento, Rodríguez-Piñero detalló que una vez la nueva propuesta de control reciba el visto bueno de Europa, se trasladará a la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero mientras tanto ya «entrará en vigor en la UE». Sobre los expedientes abiertos de denuncias previas que se cursaran con el antiguo plan, barajan fijar una transitoriedad de siete años.