Seis centros educativos, cinco de Castelló y uno de Vinaròs, acogieron ayer las pruebas libres para la obtención del graduado en Educación Secundaria. Unos exámenes que han servido de prueba de fuego para la Selectividad, ya que el protocolo sanitario está basado en unas instrucciones del Invassat y en las orientaciones del Ministerio de Educación para las pruebas de acceso a la universidad.

Finalmente de los 300 inscritos se presentaron 116, lo que supone el 38% del total. Normalmente suele presentarse el 60%, lo que supone un 20% menos.

Algo en lo que ha podido influir la situación derivada de la crisis del covid, ya que la prueba estaba prevista inicialmente para el 29 de mayo y se atrasó, alargándose el periodo de inscripción; ello y el confinamiento pudo influir en que haya alumnos que se descolgaran.

En Castellón suelen constituirse cuatro tribunales; este año han sido seis porque se ha reducido el número de personas por tribunal. Además, cuando el alumno accedía al centro se le entregaba una mascarilla y para evitar aglomeraciones en lugar de ir citándolos uno a uno, fueron incorporándose a su aula a medida que iban llegando. Aulas ventiladas, señalización de itinerarios, cartelería, ratios por aula... fueron algunas de las medidas adoptadas. El personal del aula tenía guantes desechables para manipular. Las pruebas, introducidas en un sobre, pasarán 48 horas de cuarentena antes de la corrección. La revisión de exámenes será individual y con cita.