Todas las violaciones provocan un sentimiento social de repulsa, pero aquellas en las que los agresores actúan en grupo son especialmente alarmantes. Este es el caso de la que padeció una menor de 14 años en las fiestas de la Magdalena de Castelló y consecuencia de la cual hay tres menores de edad en régimen de internamiento cerrado. Desde el caso de la Manada, ocurrido en San Fermín, en el 2016, este tipo de actuación delictiva no ha cesado y se han conocido más. Los expertos no se atreven a asegurar si han aumentado o han ganado visibilidad mediática. Lo que sí que comparten es la preocupación por este tipo de comportamientos y creen que resulta fundamental modernizar la educación sexual que reciben los adolescentes desde los 10 años.

«Estamos viendo cómo está cambiando el uso de la pornografía por parte de los chavales, siempre ha habido y no se puede satanizar, pero nuestros adolescentes la consumen cada vez más pronto y se está practicando sexo de adultos a edades muy tempranas, existe una gran confusión», señala el catedrático en el área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UJI y coordinador de Unisexsida, Rafael Ballester. Y es que existe una distorsión entre las practicas sexuales propias de la pornografía y las que se pueden dar entre dos personas.

DESINFORMADOS // En este sentido, Ballester aboga por «coger el toro por los cuernos» y avanzar en educación sexual, impartiéndola dentro del currículum académico, desde edades tempranas, por ejemplo, los 10 años. «Hay que contarles las cosas, porque todo está en internet. Les estamos dejando solos, sin información», lamenta el experto. De igual modo, critica que la educación sexual ahora queda limitada a unas charlas puntuales y se haya quedado obsoleta.

Otra problemática sobre la que Ballester advierte es la que hace referencia al patrón de relaciones en las que el sexo va unido al alcohol u otras drogas, provocando un escenario donde es más fácil perder el control y más difícil para la víctima defenderse.

«También estamos viendo, en algunos contextos, que el concepto de la mujer no es el más deseable, por ejemplo, en letras de canciones, donde se cosifica a la mujer», indica Ballester.