El catedrático de Entomología y Control de Plagas de la Universitat de València Ricardo Jiménez defendió ayer en Castellón los tratamientos terrestres con larvicidas para combatir los mosquitos y, en caso de tenerse que hacer tratamientos aéreos, que sean con helicóptero y no con avioneta. Jiménez dio una conferencia en el Colegio de Farmacéuticos de Castellón en el marco de la Jornada sobre mosquito tigre y salud. En ella advirtió de que las temperaturas cálidas como las de este invierno favorecen la expansión del mosquito, porque aceleran su ciclo, aunque apeló a la tranquilidad mientras las mínimas no suban de los 13º.

Asimismo, indicó que los tratamientos se tienen que hacer de enero a diciembre para mantener unas poblaciones de mosquitos bajas y espera que hasta marzo no aparezcan adultos. Con todo, este experto consideró que en el 2016 no se va a sufrir la explosión que hubo en el 2015, si bien va a continuar. Señaló que los larvicidas son eficaces al 98% y que cuando llueve hay que hacer los tratamientos antes de las 72 horas y que estos son competencia de los ayuntamientos.

Este experto destacó que la colaboración ciudadana es muy importante en la lucha contra el mosquito tigre, ya que lo característico de esta especie es que es capaz de reproducirse en pequeñas acumulaciones de agua de núcleos urbanos, como el plato de una maceta, el cuenco de agua de un perro o un imbornal. En este ámbito abogó por trabajar con los niños, ya que pueden ayudar a concienciar a los adultos.

Asimismo, se constató que no existen vacunas ni fármacos preventivos para el mosquito tigre aunque es de esperar que en unos años el sistema inmunitario se acostumbre a su acción. H