Los expertos alertan de que la plaga de mosquitos es endémica y que la combinación de lluvia ycalor provoca su proliferación en épocas como el verano. Así se posicionan tras las quejas de vecinos en puntos del litoral como Burriana o Benicàssim, como publicó este jueves Mediterráneo.

Así, desde la asociación nacional de empresas de Sanidad Ambiental, Anecpla, señalan que «ya no es cuestión de presupuestos, sino de que el urbanismo invade zonas que no debería haber ocupado», próximas a humedales.

Por ello, Joaquín Bernabeu, desde esta entidad, indica que «hay momentos puntuales durante varias semanas del verano en los que esos sitios se convierten en conflictivos. Calor y lluvias inciden , pero es una problemática recurrente». «Son periodos muy proclives a la proliferación, la gente va a sus segundas viviendas y hace vida en exteriores, por la noche, y afecta más», añade. En ese sentido, apunta que el proceso de desarrollo dura unos cuatro o cinco días. «Con altas temperaturas se reproducen con una facilidad pasmosa», refleja. Apunta que pueden ser tratados con larvicidas y adulticidas. Los tratamientos aéreos no son la panacea, ya que no se pueden aplicar en todas las zonas ni son efectivos en todos los casos, pero un buen trabajo de campo terrestre también es efectivo.

Mientras, Rubén Bueno, de Lokímica, señala que «la vigilancia y el control no paran en ningún momento, pero hay momentos críticos como son con lluvias y periodos de calor, que hacen que se tengan que intensificar».

Bueno indica que los programas de control de mosquitos se están ejecutando en zonas públicas. Añade que Diputación ha adquirido nuevos medios y tratamientos aéreos ya se han hecho y se harán de nuevo cuando se considere necesario por la dirección técnica del Gobierno provincial en grandes colecciones de agua con larvas, donde predomina el mosquito de marjal. A esto, hay que sumar los programas municipales en cascos urbanos, donde predomina el mosquito tigre.

COLABORACIÓN // En propiedades privadas se intenta hacer en los barrios más problemáticos batidas y buzoneo de trípticos y, si hay muchos avisos, en una zona se va puerta a puerta identificando focos para que la gente vacíe el agua estancada ya que aunque sea escasa, en cuatro o cinco días ya pueden salir las larvas, en este caso de tigre.