La venta de viviendas a extranjeros se ha duplicado en Castellón en solo cinco años. Uno de cada cuatro inmuebles de los que se venden en la provincia, pisos en su mayoría, es adquirido por un inmigrante. Hace cinco años se vendieron 1.031 viviendas, mientras que el año pasado la cifra se situó en 2.021, según datos de la Agencia Notarial de Certificación (Ancert). El aumento durante los últimos años ha sido progresivo, si se tiene en cuenta que en el año 2014 fueron 1.142; en el 2015, 1.163; en el 2016, 1.381; y en el 2017 la cifra fue de 1.786.

Cada vez hay más inmigrantes que adquieren viviendas en Castellón. El número de ciudadanos foráneos ha ido en aumento en los últimos años, lo que ha provocado que, pese a la bajada de la natalidad, el padrón de la provincia haya crecido. Durante el pasado año llegaron 5.991 personas procedentes de otros países, un 36% más que un año antes, cuando fueron 4.405, y el doble que en el 2014, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas cifras se asemejan a las registradas antes de la crisis económica. Actualmente, los extranjeros ya suponen 84.065 personas, es decir, un 14,5% del total de la población castellonense.

La cuantía media de las adquisiciones de este colectivo es de 65.847,76 euros, según cifras referidas al primer trimestre de este año. Este importe es menor si se tiene en cuenta que los españoles invirtieron 78.215 euros de media a la hora de comprar una vivienda en la provincia. Y es que la mayoría de estas operaciones fue de bienes de segunda mano, en concreto el 95%, mientras que solo el 5% de las compraventas fue de propiedades nuevas. Este porcentaje, en el caso de compradores españoles, es varios puntos inferior, el 87,79%.

procedencia // En cuanto a la procedencia de aquellos que optaron por invertir en el sector inmobiliario, la mayoría de las operaciones las realizaron ciudadanos rumanos, franceses y marroquíes, seguidos de alemanes e ingleses.

Son los ciudadanos europeos los que optan por adquirir viviendas en el litoral, como segunda residencia o para pasar largas temporadas. Por ejemplo, el año pasado compradores franceses adquirieron más de 100 inmuebles en Peñíscola y más de medio centenar, en Vinaròs. Por su parte, la colonia alemana se decantó por Vinaròs, Peñíscola y Orpesa, principalmente. Los centroeuropeos también son los que más invierten en sus adquisiciones. Por ejemplo, los suizos se gastan de media 120.000 euros, mientras que los noruegos desembolsan cerca de 200.000 €.

Como curiosidad, los chinos invirtieron el año pasado en 19 inmuebles, siendo Castelló, Almenara y la Vall d’Uixó los principales municipios donde se efectuaron estas operaciones. Los suizos se hicieron con nueve propiedades, localizadas en Benicarló, Cabanes, Moncofa, Orpesa, Peñíscola y Sant Jordi.

La vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Castellón, Nuria Marco, señaló que este tipo de comprador, con sueldos equiparables a los de los españoles o ligeramente inferiores, opta por acceder a su primera vivienda, pero siempre a precios asequibles al tratarse de inmuebles con ciertos años de antigüedad que van reformando poco a poco, según sus necesidades e ingresos.

«Muchos ciudadanos rumanos y marroquíes deciden invertir en una residencia en su país de origen para contar allí con cierto patrimonio, por lo que aquí adquieren pisos bastante más económicos», explicó Nuria Marco.

La segunda mano es la que supone casi la totalidad de estas operaciones de compraventa.

El precio medio de la vivienda libre en la provincia de Castellón se situó en 1.088,4 euros el metro cuadrado durante el primer trimestre de este año, lo que supone un incremento del 5,3% si se compara con el mismo periodo del ejercicio anterior.

negociación a la baja // De todos modos, los agentes inmobiliarios recuerdan que el precio de salida no se suele corresponder con el de la venta final que se acuerda entre las dos partes de la operación, ya que las diferencias de cantidad, siempre a la baja, pueden oscilar incluso en un 30%.

Según datos recientes publicados por el Ministerio de Fomento, esta es la provincia de la Comunitat Valenciana donde resulta más asequible adquirir un inmueble, ya que el coste medio en Valencia se sitúa en 1.177,5 € el metro cuadrado y en Alicante se dispara hasta los 1.312,3 euros.