Lealtad y reivindicación de una mejor financiación. Son quizás las principales lecturas que se pueden extraer del discurso que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, pronunció ayer en el día de la Comunitat Valenciana. Fabra quiso marcar distancias y criticó la reivindicación que desde Cataluña se está realizando de un proceso independentista, para remarcar la “lealtad de la Comunitat” a España y a la Constitución, que establece un marco de convivencia que garantiza “nuestro autogobierno” y ha sido “la clave de la modernidad, la solidaridad y el desarrollo de España” en los últimos 30 años.

Al mismo tiempo, Fabra solicitó “unidad” a los representantes de la oposición para defender la imagen de la Comunitat en el exterior. Un mensaje conciliador que no fue recogido por los dirigentes políticos rivales. Todos criticaron que en su discurso con motivo del 9 d’octubre Fabra no hiciese referencia a la corrupción, la crisis y el paro que lastra a la sociedad valenciana. Además, coincidieron en recriminarle la falta de “contundencia”, en palabras del secretario general del PSPV, Ximo Puig, a la hora de exigir una mejor financiación.

ECONOMÍA

En realidad, Fabra sí que hizo referencia a las dificultades por las que atraviesa la Comunitat. Lo enlazó para justificar después la política de recortes del Consell, encaminada “a aquello que es realmente importante: el empleo, la reactivación económica y garantizar las políticas sociales”. En este sentido, y consciente de “las dificultades económicas que atraviesa España”, solicitó al Gobierno que sus ajustes vayan acompañados “de una financiación autonómica equitativa, que permita atender las necesidades de todos los ciudadanos”. “Es el momento de exigir lo que nos corresponde, sin colores políticos ni ideológicos”, manifestó.

Una demanda tibia, en opinión de la oposición. Puig destacó que Fabra no reivindicó “con contundencia” que los valencianos “tenemos que tener mejor financiación y más inversión del Estado”. El secretario general de Bloc-Compromís, Enric Morera, afirmó que es un presidente “débil, que es incapaz de reivindicar una financiación más justa y que se cambien los presupuestos generales del Estado”.

RETRASO DE LA REFORMA

En este sentido, el Congreso de los diputados decidió prorrogar ayer, por segunda vez, la demanda que el Consell, realizada cuando el PSOE estaba en el Gobierno, lanzó en virtud de la cláusula Camps del Estatut d’Autonomia para mejorar la financiación autonómica. En las Cortes se esgrimió que debido a los actos del 9 d’octubre, los representantes de la Comunitat no podían desplazarse, lo que alzó las críticas de los grupos socialistas y de izquierda plural.

Por su parte, el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, destacó a la conclusión que Fabra pronunció un “buen discurso” en el que reivindicó una “financiación justa”, algo complicado, porque es “una tarta que hay que repartir” con el resto de las autonomías. González destacó que, en cambio, “sí hay una cosa que puede hacer el Gobierno directamente, que son las inversiones regionalizables” de los presupuestos generales del Estado, donde la Comunitat se ha quedado “muy por debajo de lo que nos corresponde”.

Así, el líder de Cierval subrayó que “ahora toca insistir” para lograr que se mejore esa asignación estatal. “Y vamos a ver si en el trámite parlamentario nos dan lo que nos toca”, concluye.

Relacionado con la financiación, en su discurso el president también demandó que el Ejecutivo central tiene que definir “con claridad” las competencias de las administraciones para eliminar duplicidades entre ellas.

Al valorar su discurso, la coordinadora de EUPV, Marga Sanz, fue la más dura. Sanz exigió la convocatoria de elecciones al entender que Fabra demostró “que no tiene propuesta, que no pisa tierra”, ya que no habló “del paro, de la crisis, ni de la quiebra” de la Comunitat. Por su parte, Puig y Morera coincidieron en tachar de “hipócrita” el parlamento del president, porque concedió distinciones a entidades a las que no paga (como las asociaciones de familiares de enfermos de alzhéimer) o a las que se las recorta (como a las bandas de música).

Por su parte, el nuevo síndic del PP en Les Corts, Jorge Bellver, destacó la valentía de Fabra con su reivindicación de una mejor financiación y la defensa “del modelo democrático de autonomías frente a otros deslices”. Este acto fue el estreno de Bellver como síndic, tras sustituir a Rafael Blasco, que no acudió. Tampoco fue Francisco Camps, el único de los expresidentes que no estuvo. H