Claudia Montero, profesora de composición en el Conservatorio Superior Salvador Seguí de Castelló y compositora residente del Palau de la Música de València desde el mes de julio del 2020, ha muerto hoy en su casa de la capital del Turia de forma inesperada, a los 58 años, generando una gran consternación en el panorama musical internacional, en especial en este provincia, donde era muy conocida y apreciada.

En el 2018 ganó sus dos últimos Grammy, a la mejor composición clásica contemporánea por Luces y Sombras: Concierto para guitarra y orquesta de cuerdas; y al mejor álbum clásico por Mágica y Misteriosa, que se sumaron a los que ya consiguió en 2014 y 2016, en la categoría de mejor composición clásica contemporánea, por Concierto para violín y Cuarteto para Buenos Aires, respectivamente.

Sus lazos con Castelló era muy estrechos, de hecho, en una entrevista concedida a este periódico tras la consecución de sus dos últimos Grammy, aseguró que «Castelló siempre ocupa un lugar importante en mi corazón. Aquí he trabajado el 90% de mi vida como profesora y aquí he conocido a José Doménech (productor de su disco)».

A sus amplios méritos como profesional de la composición, que la llevaron, por ejemplo, a componer una obra para la Royal Liverpool Philharmonic Orchesta y la Filarmónica de Munich, que tenía previsto estrenar en el 2020, este verano fue nombrada compositora residente del Palau de la Música de València, donde tras conocer la triste noticia de su fallecimiento, han decidido dedicarle el concierto de abono que la Orquesta de València tiene previsto para el 26 de febrero, dirigido por Ramón Tebar, con la participación del violinista Frank Peter Zimmermann.