Las familias que acogen a niños saharauis en la provincia de Castellón están viviendo con especial atención la situación que se está viviendo en estos momentos después de la ruptura del alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario. Su corazón está con ellos. Así lo explica la presidenta de Smara, Pura Rodríguez, explica que muchas familias que acogen niños de los campamentos de refugiados saharauis están muy preocupadas ya que mucha gente joven está empezando a movilizarse voluntariamente, porque están muy concienciados porque desde pequeños se les ha enseñado que su pequeño país ha sido invadido, que los marroquíes han intentado romper el alto el fuego varias veces y no necesitan que nadie les obligue, ellos mismos están alistándose si es preciso para ir al frente se están ofreciendo voluntariamente e incluso muchos de los que están aquí en España viviendo, pero ahora es difícil también ir allí por el covid. Preguntada por si teme un empeoramiento de las condiciones que se viven en los campamentos, señala que más mal de lo que ya están no se sí decir que es casi imposible.

A su juicio, "España no está respondiendo como debería. Ni reaccionó entonces ni está reaccionando ahora". "Muchos países extranjeros se extrañan de este tema, debería haber una actitud menos neutral", señala Rodríguez, que recuerda que "los saharahuis eran la 53 provincia española teniendo representación en las Cortes de Franco e incluso algunos todavía tienen carnet de identidad. Se les abandonó de forma vergonzosa. El que sabe de historia sabe la verdad".

Ya este verano no han podido venir niños saharauis a la provincia como consecuencia de la crisis del covid y tampoco está previsto que lo hagan en 2021. A pesar de que hay entre 150 y 200 familias voluntarias en la provincia, el año 2019 solo pudieron venir una decena de niños, como consecuencia de la caída de las subvenciones a raíz de la crisis del 2008, con las que se financiaban los viajes. "Las familias siguen teniendo contacto con los niños que han tenido", expresa la presidenta de Smara.

Por otro lado, Rodríguez condenó que activistas saharauis cambiaran la bandera del consulado de Marruecos en València por la del Frente Polisario y lamentó que sea esta anécdota lo que más salga en los medios de comunicación.