Hasta hace diez años, todo el mundo pensaba que vivir en un piso de alquiler era de tontos, que era lo mismo que tirar el dinero a la basura. Hoy las cosas han cambiado, como también lo han hecho la composición de los hogares, y en Castellón la cifra de familias que vive de alquiler va al alza año tras año. Ya son 37.700, un récord histórico, y todo en un momento en el que los precios de los arrendamientos tocan máximos.

Que vivir en régimen de alquiler es cada vez más normal en Castellón es algo que demuestran las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las casi 38.000 familias que habitan en una casa arrendada suponen un 9,2% más que hace cinco años. Y otro dato más: aunque esta sigue siendo una provincia de propietarios (181.899 viven en una casa en régimen de propiedad, de los que casi 70.000 pagan todavía la hipoteca), casi una de cada cinco familias se decantan ya por el alquiler.

Ana Gracia todavía no forma parte del cada vez más numeroso grupo de personas que viven arrendadas, pero con un poco de suerte lo hará dentro de muy pocas semanas. Esta diseñadora gráfica de 28 años y su pareja buscan un piso en Castelló con el que independizarse. Ninguno de los dos tiene un trabajo estable, así que han descartado la opción de compra. «Desde el primer momento pensamos en buscar algo para alquilar. El problema es que los pisos que están medianamente bien cuestan 500 euros al mes, un precio muy alto si se compara con lo que ganamos», cuenta. Tras consultar varios portales de internet y recorrer algunas agencias inmobiliarias de la ciudad, Ana y Juanvi tiran de calculadora. «Si tenemos que destinar más de 400 euros al alquiler no llegamos a fin de mes y todos los pisos que están por debajo de ese precio son muy viejos y en zonas de la ciudad que no nos gustan nada. Muchos no tienen ni ascensor», se lamenta la joven.

Precios que suben y suben

Quienes mejor conocen el mercado del alquiler en la provincia aseguran que cada vez son más las familias que optan por esta opción. «En la oficina entran cada día entre cuatro y cinco personas que buscan una vivienda para arrendar. El problema es que la oferta de este tipo de pisos sigue siendo muy escasa», dice Juan Carlos Rodríguez, uno de los responsables de la agencia inmobiliaria Área Vivendi, con tres oficinas en la capital.

La demanda crece, la oferta sigue siendo raquítica y el resultado de ese fuerte desequilibrio en el mercado es un aumento de las rentas. «Los precios han subido muchísimo. Por ejemplo, por un piso sin ascensor se llega a pedir hasta 450 euros al mes, cuando hace muy poco tiempo el precio era de 350 euros o incluso menos», añade Rodríguez.

El portal inmobiliario Fotocasa le ha puesto cifra a esa subida de la que hablan todos los que están al frente de las agencias del sector. En 2020, y pese al covid, los precios de los alquileres crecieron en Castellón otro 5,2% (datos de diciembre en comparación con el mismo mes del 2019), un alza que se suma a las registradas durante los anteriores ejercicios.

INQUILINO CON EMPLEO ESTABLE

Cada vez son más las familias que buscan un piso para alquilar y también cada vez los propietarios de los pisos son más reticentes a sacarlos al mercado. Y la pandemia no ha ayudado en nada a que esta situación cambie. A los arrendadores más que nunca, les preocupan los impagos de la renta y quienes en este momento alquilan sus casas persiguen solvencia. «Algunos dueños de pisos buscan inquilinos con estabilidad laboral con el objetivo de reducir riesgos de impago en el caso de un despido o un ERTE», coinciden en varias inmobiliarias de Castelló.

La nueva ley que suspende los desahucios de los arrendatarios en situación de vulnerabilidad también inquieta y, no poco, a muchos propietarios. «Los dueños saben que si el inquilino no paga y demuestra que no lo hace por falta de ingresos no podrá echarle del piso porque la normativa les ampara al menos hasta que finalice el actual estado de alarma», explican en las inmobiliarias.

Muchos particulares son reacios a sacar sus viviendas al mercado del alquiler, y eso que la rentabilidad es cada vez más alta. Un informe de la Sociedad de Tasación concluye que la rentabilidad bruta del alquiler ( relaciona el coste del inmueble y los ingresos anuales que el propietario obtiene por él) se sitúa en Castellón en el 7,8%, de las mayores de España.